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Luz olímpica

Si no existiera la noche, no descubriríamos el potente destello de las estrellas. Así es la adversidad, que en sus fases más oscuras nos ayuda a encontrar la luz. En una de esas etapas, yo diría que encontré mi ‘Luz Olímpica’.

En noviembre de 2018, Luz Mercedes Acosta recibió la medalla olímpica que por derecho le correspondía desde los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Aunque no subió al podio en la sede británica, el Comité Olímpico Internacional anunció años después que tras descubrir los dopajes de: la kazaja Maiya Meneza (oro), la rusa Svetlana Tsarukaeva (plata) y la turca Simsek Sibel (4ª), la mexicana Luz Mercedes era la verdadera ganadora del bronce

Justo en esos Olímpicos ella hizo por mi algo que merecía una medalla de diamantes y como no puedo entregársela, lo mejor que puedo hacer es compartir esta historia…

Estaba en Londres 2012, mis primeros Juegos que fueron un tanto ‘X-tream’: tenía más de dos meses sin recibir pago, no tenía dinero, y al llegar a Inglaterra no tenía donde vivir… pero, el 23 de julio, en mi primer día de trabajo, fui al ExCeL Complex y encontré en entrenamiento a Joselino Montes y Luz Mercedes Acosta, los dos, de levantamiento de pesas.

Mientras practicaban, pensé en lo que pasaron para clasificar a los Juegos: Lino era el primer hombre mexicano, en 28 años, que competiría en unos Olímpicos y Luz Mercedes ¡uff! Yo no conocí antes de ella a nadie que peleara su plaza olímpica hasta las últimas instancias administrativas, institucionales y hasta jurídicas, sólo ella. La Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas no quería llevarla, pero de acuerdo a sus propios criterios de selección –escritos meses antes de los Juegos – a ella le correspondía la plaza. Luz Mercedes no desistió hasta vivir sus segundos Olímpicos (fue 8ª en Beijing 2008) y allí estaba, en sus últimas practicas en Inglaterra.

Terminaron de entrenar. Se acercaron para que los entrevistáramos y al final, Luz Mercedes me saludó contenta, yo también lo estaba…no sé, ahora creo que ella notó algo en mí. Me preguntó qué pasaba y brevemente le conté mi austera y enredada historia. Se afligió pero -como buena sonorense- no tardó en sonreírle a mi desgracia, que vi en su rostro como si fuera suya.

Más en invitación que en los formalismos del trabajo me dijo: “¿¡vas a venir a mi competencia!?”. (Aquí quiero hacer un paréntesis: cuando un atleta te hace esa pregunta, es una distinción muy especial, quiere decir que quiere compartir contigo esa experiencia, quiere que, al final del momento para el que se preparó por años -o quizá toda su vida-, puedas estar a su lado).

A eso había ido yo a Londres: a ver a los atletas de México competir. Así que, sin titubeos, respondí: «¡Claro que sí Luz!”. Así quedamos.

Seguí mis días de cobertura y como fui invitada, a las 10:00 am del 31 de julio de 2012, estaba en el ExCel Complex de nuevo, para ver la competencia femenil del Grupo A en -63kg. de halterofilia; es decir, a Luz Mercedes, que hizo 99 kilos de arranque, 125 de envión, para un total de 224kg: sexto sitio para la mexicana.

Fui a la zona mixta para entrevistarla. Terminó el protocolo laboral y Luz Mercedes me dijo: “¡Espérame aquí! ¡No te me vayas!” Y así hice. Pasaron menos de 10 minutos y Luz no regresaba, pero entonces llegó la Doctora Mónica, quien formó parte del equipo multidisciplinario de Luz Mercedes; la Doctora me dijo: «Luz ya no pudo venir contigo porque le pidieron hacer prueba anti dopaje, pero vengo de su parte. Abre tu mochila» y sacó una bolsa llena de alimentos: cereales, frutos secos, jugos, sándwiches, panqués, barras energéticas, agua… Era demasiado y yo, bueno, casi lloraba. “¡Doctora, por favor dígale que muchas gracias!”, dije y la abracé muy fuerte. Después le escribí a Luz Mercedes y ella contestó: “No me digas nada, no puedo hacer tanto como quisiera, pero si en esto puedo ayudarte…además tú harías lo mismo”, me dijo. No había duda de que sí.

Toda esa semana pensé: ¿Cómo podía ella pensar en mí, teniendo encima la presión administrativa por su participación en Londres 2012? En el evento para el que se preparó por cuatro años, Luz se acordó de mí y pensó en cómo aminorar mis dificultades.

Además, los pesistas no pueden comer casi nada el día de su competencia, pues en ocasiones el peso corporal puede ser el criterio de desempate.

Con todo y eso, con todo y tener que cargar kilos de comida en pleno ayuno, antes de salir de la Villa Olímpica, Luz sacó del comedor tantos alimentos como pudo para entregármelos y ¿qué hice yo? Bueno claro que le agradecí y consumí parte de esa bendición, pero si algo aprendí de mi jefe y editor en Récord, Gustavo Borges, fue que la mejor forma de agradecer las bendiciones no era regresarlas a quien las entrega, sino compartirlas con quienes las necesitan.

Así hice con lo que Luz me entregó. Le invité a compañeros que tal vez no estaban en una situación como la mía -por que la verdad: no cualquiera es un homeless en el Reino Unido-, pero que por los andares olímpicos no tenían tiempo de salir a comer. Disfruté ver como la ayuda de Luz Mercedes se multiplicó para muchos más.

Yo no sé qué le habrá demostrado al público, los jueces y sus rivales en el escenario de competencia, pero para mí, Luz se llevó una medalla de diamantes azules, en humanidad y empatía.

Siempre le agradeceré mucho a Luz su solidaridad, su atención y el brillo de su nombre en su actitud.

Prácticamente al 6º aniversario de esta historia, en noviembre de 2018, la vida le permitió cosechar algunas de las hermosas bendiciones que han florecido tras la siembra de su bondad y escribió su nombre en el muro de los medallistas olímpicos de México.

6 comentarios en “Luz olímpica”

  1. UNA HISTORIA QUE MUESTRA LA CALIDAD DE UNA EXCELENTE PERIODISTA Y LA GRANDEZA HUMANA DE UNA DEPORTISTA DE ÉLITE. DOS MUJERES MEXICANAS PARA SENTIRNOS ORGULLOSOS. AMBAS CON UNA LUZ QUE MUESTRA NOBLEZA DE ALMA Y VALORES QUE ENALTECEN AL SER HUMANO.

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  2. Luz acostá lucho y venció antes que nada a la corrupción de la Federación de pesas. Ha sido de las pocas como damaris Aguirre que no sólo lograron la gloria olímpica. Sino que además exhibieron y vencieron la gran corrupción deportiva que hay en México en la Federación de pesas. Pues esta se ha convertido en una agencia de viajes para la familia y para llevar a entrenadores a olímpicos sin tener atletas.
    Bien por ti luz. Espero que el nuevo presidente de México voltee a ver la porquería de dirigentes de Federación que tenemos.

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  3. Sensacional experiencia de vida!! Sin duda, una chica increiblemente empatica y pendiente de los demas, seguramente ella necesito apoyo, y lo recibio, asi que lo pago con creces, y de acuerdo a sus posibilidades……sin duda, los olimpicos tienen otro nivel de sensibilidad hacia los seres humanos: nadie mejor que ellos entiende de las carencias y el sacrificio; y lo compensan tan pronto tienen una oportunidad…. gracias por compartir Kathy!!

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  4. Hermosa lección de vida. Queda para la historia . Es bueno saber que en el interior de cada person existe la bondad. Y eso se «paga» efectivamente con una «cadena de favores», como usted lo hizo. Pienso que Luz tuvo su recompensa, ya que las buenas acciones tarde que temprano regresan. Gracias por compartir su historia.

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