Prohibir la competencia de los atletas transgénero es el más reciente mandato del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha firmado una orden ejecutiva nombrada literalmente ‘Mantener a los hombres fuera del deporte femenino’.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, expresó que Trump “espera que el Comité Olímpico y la NCAA dejen de permitir que los hombres compitan en deportes femeninos”.
La vocera hacer referencia a dos casos: a nivel olímpico la confusa campaña de desprestigio hacia la boxeadora argelina Imane Khelif; estrategia liderado por la Asociación Internacional de Boxeo que la señala de ser hombre y acusa al Comité Olímpico Internacional de permitirle competir en los Juegos de París 2024 en el torneo femenil welter, hasta ganar la medalla de oro; mientras Trump insiste en malinformar que transicionó de hombre a mujer.
El segundo caso, en el deporte estudiantil de Estados Unidos, hace referencia a la nadadora Lía Thomas a quien como mujer transgénero le han negado competir. Llevó su caso al Tribunal de Arbitraje Deportivo y perdió el fallo.
El gobierno de Trump no tiene ninguna influencia en el deporte olímpico ni en el deporte estudiantil de EUA, pero buscan “hacer una campaña pública para presionar a estos organismos…(Trump) espera que ambos cumplan esta orden federal”, agregó Leavitt.
¿LA28, en peligro transfóbico?
El Secretario de Estado Marc Rubio quiere “dejar claro al Comité Olímpico Internacional que Estados Unidos rechaza categóricamente la locura transgénero” y se apoyará en Naciones Unidas para sostener esta estrategia.
Con la mira puesta en unos Juegos Olímpicos que se realizarán en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, California, en 2028 ¿cuántos atletas con transición de género esperan?
Como antecedente: ¿cuántos atletas trans han competido en la justa? Solo dos: en París 2024, Nikki Hiltz, quien se considera transgénero y no binario: nació con sexo femenino y compitió los 1,500m de la rama femenil; es decir: de 10 mil 500 atletas que compitieron en los Juegos franceses, solo una persona era parte de la comunidad transgénero; sin embargo, compitió en el mismo grupo de su género de nacimiento.
Antes, en la edición de Tokio 2020 la pesista neozelandesa Laurel Hubbard fue la primera persona transgénero en competir en unos Juegos Olímpicos. Quedó descalificada de la ronda de grupos en la división de -87kg., pues no pudo levantar ninguno de sus tres intentos, en envión ni arranque.
Las cifras del deporte colegial estadounidense contemplan que en todas las divisiones de la NCAA hay un padrón de 510 mil deportistas y hasta 2024 solo diez personas se han declarado como atletas transgénero, según Charlie Baker, Presidente del circuito estudiantil.
Promesa de campaña
Esta exclusión a las mujeres transgénero fue uno de los temas que el empresario usó en su agenda de campaña presidencial en 2024, pues, según el hoy mandatario, busca hacer cumplir el llamado Título IX que prohíbe la discriminación por razones de sexo en los programas o actividades educativas que reciben financiamiento del gobierno federal y en el caso de «sexo» hace referencia al género de nacimiento de cada ciudadano estadounidense, al considerar que las mujeres cisgénero tendrían una discriminación por desventaja al competir con mujeres transgénero, teoría que la ciencia hasta ahora ha comprobado como falsa.
Sin embargo, en la anterior administración, el presidente Joe Biden se basaba también en el Título IX al establecer que en centros educativos los estudiantes transexuales podían participar en equipos deportivos, correspondientes al género que les representara.
Un ambiguo tema cambiante entre las percepciones de ideologías demócratas y republicanas, que emerge como controversia hacia una comunidad y en franca hostilidad hacia el Comité Olímpico Internacional, que en el futuro inmediato tiene en Estados Unidos una sede olímpica.
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