OPINIÓN

MaratónCDMX: ¿Cómo enfrentar a los ‘fakerunners’?

Tras el anuncio del MaratónCDMX y el 21kCDMX la pregunta sobre la mesa es: ¿cómo acabar con las -tan diversas- malas prácticas de los participantes en ambas pruebas? En especial cuando el nivel de participación incrementa y a su vez, la capacidad de exhibir a quienes hacen trampa.


PREMIO HISTÓRICO. Por primera vez se dará 1mdp a los ganadores.

Sin siquiera comenzar el Medio Maratón capitalino -que se realizará el domingo 13 de julio- ya vive sus primeras quejas, la más frecuente es que los números se agotaron en 48 horas y los corredores denuncian que fue a causa de la reventa de los registros del 21k más concurrido del país (sin competencias alternas de 5k, 10k o 15k); según datos de World Athletics, el 21kCDMX de 2024 tuvo 29 mil 884 asistentes, con un 88 por ciento de finishers (es decir 26 mil 262 personas) y es, después del de Guadalajara, el más competitivo de México.

“Se generó mucha expectativa y volaron los registros. No puede correr alguien si no se registró a su nombre; esa persona será descalificada y sus resultados no tendrían validez. Estamos trabajando en el tema porque es de mucha concientización”, comentó Javier Peralta, director del Instituto del Deporte de la CDMX.

Mientras, el 42k de la Ciudad – que se competirá el 31 de agosto del 2025- vio el inicio de su esplendor en 2013, cuando comenzaron los seriales de medallas, primero para conformar la palabra “MEXICO” y luego para colectar el mapa de la CDMX

Tan solo entre las cinco ediciones de 2013 a 2017, el MaratónCDMX tuvo un incremento de más de tres veces su quórum original; en ese periodo pasó de 8 mil 625 participantes a 23 mil 626.

Pero en 2023, los organizadores detectaron que más de 10 mil personas no corrieron toda la prueba y más de 3 mil fueron descalificadas, al descubrir distintos tipos de trampas como: correr con dos registros -como un “prestanombres” del esfuerzo-, usar un número ajeno; imprimir réplicas de números oficiales o cortar camino, ya fuera en puntos de coincidencia de la ruta, al avanzar en Metro para reincorporarse en el trayecto o iniciar en kilómetros posteriores al punto de salida; sin embargo, aún no se han creado estrategias preventivas para sancionar o al menos detectar a los tramposos antes de iniciar la competencia.


MANIFIESTO. DeporteCDMX expidió un comunicado para sancionar la trampa.

Para el doble finalista olímpico Juan Luis Barrios, 4º en el MaratónCDMX y ganador del 21kCDMX (ambos en 2017), el profesionalismo que pide el corredor es también el que debe ofrecer al evento.

“No hay que dar oportunidad da algo que puede ser hasta peligroso. No sabes si estará cubierta tu entrada al 100 por ciento si lo haces sin una inscripción genuina. El respeto que un atleta pide a una organización debe compensarse con el profesionalismo de cada participante y hacerlo de forma educada: llegar a una competencia temprano, consciente del bloque de salida y ejecutar tu carrera, no meterse en ningún punto, no ‘volarse’ kilómetros por una medalla. Este es el rostro de una ciudad ante el mundo deportivo, que no nos juzguen por lo malo”, comentó el Campeón Mundial Máster de 5,000m Barrios Nieves.

Hasta ahora son más las denuncias en redes sociales de corredores apócrifos o tramposos que las consecuencias a aquellos que toman una medalla por la que pagaron sin ganarse con íntegro esfuerzo.

¿Qué se puede hacer? Aquí, cinco propuestas

¿En verdad los dos eventos de ruta más importantes de la capital del país están desprovistos para evitar estas prácticas? Aquí, cinco propuestas para reducir la trampa:

  1. Asignar jueces/visores en cada bloque para que al iniciar el ingreso a la zona escaneen el número de registro y éste sea compatible con identificación oficial.
  2. Al ser un evento del gobierno local, aplicar las mismas multas que se imponían a reproducciones apócrifas de boletos del metro y que no solo se sancione a la persona detectada en el bloque de salida, que sea extensivo a quienes reproduzcan, vendan, compren o utilicen registros de corredor falso o ajeno, además de vetarles de participar en futuras ediciones del evento.
  3. Con el uso de Inteligencia Artificial habilitar un seguimiento programado para detectar a los corredores que no registran cronos en dos o más parciales seguidos y reaparezcan en la ruta.
  4. Incrementar el número de voluntarios en el trayecto para detecten e impedir el ingreso de corredores en zonas ajenas al punto de salida.
  5. Crear un recurso en la app del MaratónCDMX para los asistentes (voluntarios, espectadores o corredores) donde puedan informar si un participante hace una mala práctica durante la competencia y un panel esté al pendiente de esta información para impedirle llegar a la meta.

SOCIAL. A partir de esta edición se promoverán carreras populares de preparación al 42kCDMX

REPORTAJES

Pierre de Coubertin: Creador de un evento glorioso, en medio de una vida trágica.

KATY LÓPEZ

El Barón Pierre de Coubertin dejó en herencia a la humanidad los Juegos Olímpicos, el evento deportivo más trascendente del mundo y que ahora convoca a más de 10 mil deportistas de más de 200 países; pero, para ver el nacimiento de la justa, el francés vivió el desdén y la crítica de la sociedad europea que le juzgaba por preocuparse demasiado por algo «tan irrelevante» como el deporte. En medio del prejuicio, Coubertin no desistió hasta ver la realización de la justa, aunque ello le costara invertir todos sus recursos financieros y morir en la pobreza y a la vez, lidiar con diversas tragedias personales.


CHARLES PIERRE FRÉDY DE COUBERTIN

Nacimiento: 1 de enero de 1863. París, Francia

Deceso: 2 de septiembre de 1937. Ginebra, Suiza

Principal impulsor de la creación de los Juegos Olímpicos de la Era Moderno. Creador del Pentatlón Moderno. 2º presidente del Comité Olímpico Internacional 


La llegada de un visionario

El 1 de enero de 1863 nació en París, Francia Charles Pierre Frédy de Coubertin. Pese a descender de una familia con 500 años de historia nobiliaria, el humanista padeció una vida de duras adversidades. Muchos lo juzgaron como un hombre ocioso por pensar en el deporte como factor de cambio social pero, hoy el mundo agradece su legado, al encausar algo más grande que la competencia, pues por medio del deporte promovió valores que enriquecen a la humanidad.

Después de su educación básica, en 1884 entró a la Escuela de Derecho pero un año después renunció, pues su mayor deseo era reformar el sistema educativo francés, al observar que el británico tenía un elemento especial: el deporte un recurso que agregó el educador Thomas Arnold (quien es considerado el creador del rugby). Coubertin estudió con el británico y se adecuó a los valores de la cultura física.


DATO CURIOSO

En Inglaterra, Coubertin jugó Rugby 15. No consideró incluirLO En el programa de los Olímpicos modernos pero este deporte se realizó en los Juegos etre 1900 y 1942. ahora, el Rugby 7 es parte de la justa desde río 2016.

Coubertin regresó a Francia y promovió torneos interestatales de futbol escolar y poco después contribuyó a fundar el club de futbol más antiguo del país: el Racing Club, del que fue directivo. En 1888 creó un comité responsable de impartir educación física en las escuelas…aunque casi en su totalidad lo operó él mismo, con un poco de apoyo público.


CONVENCIDO. Por un año estudió Derecho, pero lo dejó para dar prioridad a la creación de un proceso academico que incluyera el deporte como prioridad.

Conoció los sistemas educativos de Estados Unidos y Canadá; luego supo que en Inglaterra, William Penny Brookes organizó un evento deportivo llamado Munch Wenlock Olympian Games’. Inspirado en ellos y en los recientes descubrimientos arqueológicos en Olimpia, entre 1885 y 1882, Coubertin se obsesionó por revivir los Juegos Olímpicos como un festival internacional.

En noviembre de 1892 organizó una conferencia en La Universidad de Sorbona y convocó a la comunidad francesa a traer de vuelta la justa, con estas palabras.

Permítanos traer remeros, corredores, esgrimistas. ¡Es el libre tratado del futuro! El día en que se introduzca dentro de los muros de la vieja Europa la causa de la paz, habrá recibido una nueva y poderosa estancia (…) Ayudéis para que, en una base adecuada, en las condiciones de la vida moderna, tengamos la grandiosa y saludable tarea de restaurar los Juegos Olímpicos”


Persistencia olímpica

Aunque su propuesta no encontró seguidores, el Barón no se rindió. Dos años después invitó a más países a la misma aula de La Sorbona y entonces quedó lista la fecha y la sede de los primeros Juegos Olímpicos de la Era Moderna: 1896, en Atenas, Grecia. En esa segunda cita también se creó el Comité Olímpico Internacional (COI) y Coubertin nombró al primer presidente del organismo al griego Demetrios Vikelas.


CURIOSIDADES. Aquí algunos datos especiales del humanista francés.

Coubertin tomó la presidencia del COI para 1896 y lo dirigió por 29 años. No contó con apoyo hasta 1921 que nació su Comité Ejecutivo. Además, por décadas destinó su fortuna a mantener con vida el sueño olímpico y al final de sus años pasó graves apuros económicos y después de morir también los padeció su viuda Marie Rothan.


INNOVADOR. Aunque pocos comprendían su obsesión con los Juegos Olímpicos, hoy son el evento deportivo más importante del mundo.

Los últimos Juegos a los que asistió de manera presencial fueron los de Paris 1924 y para Berlín 1936, con Adolfo Hitler como anfitrión de los Juegos Olímpicos, el Barón mandó lo que entonces se consideró un rasgo de modernidad: un mensaje en audio para la comunidad olímpica, donde quedó plasmada una de sus frases más icónicas:

Lo más importante en los Juegos Olímpicos no es ganar, sino ser parte de ellos. Justo como es en la vida: el logro no es la conquista, sino vivir en una lucha honesta”.


Coubertin no permitía competir a mujeres.

En 1925, hasta que Coubertin se retiró de la presidencia del COI, se permitió la participación de mujeres en los Juegos Olímpicos; quizá esta fue una de las decisiones que más se le juzgan hoy en día, pero en la época en la que Coubertin vivía -y procediendo de la nobleza de Francia- sus ideas mantenían tintes conservadores sobre a ver las mujeres entre esfuerzos y sudor.

Además, en los registros arqueológicos de la Antigua Grecia que se tenían hasta entonces, solo se conocía la existencia de los Juegos Olímpicos, un evento creado desde el año 776 a.C. para honrar al dios Zeus y donde solo competían hombres.

Sin embargo, ahora hay registros de los Juegos Heros, donde competían mujeres griegas para honrar a la diosa Hera. Hoy también se sabe que las mujeres sí podían asistir como espectadoras a los Juegos Olímpicos, con el único requisito de ser solteras (no se permitía entradar a casadas o viudas).

En el año 393 d.C., el emperador romano Teodosio consideró estas justas como fiestas paganas, por más de mil 300 años quedaron en el olvido y para cuando Coubertin conoció el evento, había algunos huecos en la información que limitaban a la mujer en la vida olímpica.

Detrás del Olimpismo, la tragedia.

Fuera del movimiento olímpico, Coubertin pasó amargos momentos. Quienes le conocieron refieren que su «obsesión olímpica» era quizás un medio de desahogo o de evadir su dura realidad.


PRECURSOR. En su juventud practicó deportes como el rugby y el futbol.

Si bien amaba a su esposa Marie Rothan, juntos padecieron la perdida de su primer hijo Jacques, por exponerle al sol demasiado tiempo, lo que causó severos daños cerebrales. Su hija Renée sufrió desordenes emocionales y nunca se casó.

El matrimonio se sentía culpable por el destino de su descendencia y adoptaron a sus sobrinos, pero ambos fueron asesinados en la I Guerra Mundial.

Entre tanto, el francés se convirtió en un «influencer» y «creador de contenido» de su época, para difundir en Europa la importancia de los Juegos Olímpicos. Tras realizar investigaciones que detalló en distintos textos, pagó con sus recursos personales la impresión y distribución de esta información, con el único propósito de encontrar eco a sus sueños olímpicos.

El Barón Pierre de Coubertin perdió su riqueza financiera, consciente de que su meta en la vida era consolidar los Juegos Olímpicos, pero se fue con la fortuna de ubicar la justa en la agenda mundial. Entre sus últimas peticiones estuvo llevar el Movimiento Olímpico a todos los rincones del mundo.


México, precursor del Olimpismo en América.

México se convirtió en uno de los primeros embajadores del olimpismo en el mundo, pues cuando una Delegación Mexicana compitió de manera formal en los Juegos de París 1924, el Comité Olímpico Mexicano pidió al Comité Olímpico Internacional su aval para crear una justa similar, pero de menores dimensiones, al otro lado del mundo; así, el 4 de julio de 1924 se firmó el acta para apoyar el evento.

En ese mismo año se determinó que en 1926, México sería sede de los primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe, la justa regional multideportiva más antigua del mundo y que conserva hasta ahora los mismos conceptos de competencia de los Juegos Olímpicos.

El corazón de Coubertin

Con una herencia a la humanidad edificada, el Barón Pierre de Cobertine murió a los 74 años de edad, mientras caminaba en un parque de Ginebra, Suiza en la tarde del 2 de septiembre de 1937.

Fue enterrado en el Cementerio Bois de Vaux en Lausana, Suiza, cerca de las actuales oficinas del Comité Olímpico Internacional, pero antes de morir, pidió que su corazón se extrajera de su cuerpo y se enterrara en el Estadio Olímpico de la antigua Olimpia en Grecia, pues dijo: “allí es donde mi corazón latirá por siempre”.


DATO CURIOSO

Un planeta descubierto por Nikolai Chernykh y etiquetado como 2,190 lleva el nombre del Barón pierre de Coubertin.

Si bien los Juegos Olímpicos son considerados la Fiesta de la Humanidad, son también el evento deportivo más rentable del mundo, al generar hoy en día miles de millones de dólares por conceptos como: patrocinios, venta de derechos de transmisión a las televisoras, venta de entradas y de souvenirs, además de la derrama económica que deja a la sede de la justa. Hoy los Juegos viven una condición financiera muy distinta a la que le tocó al Barón de Coubertin para ‘encender la llama olímpica’ en la Era Moderna.


OPINIÓN

Recuento de “fracasos”

Es difícil dimensionar lo inusual que es la victoria y sin embargo es tan deseable que cualquier trago que no sepa a gloria se siente amargo…aunque no siempre lo sea. De ser honestos: los Juegos Olímpicos son más un recuento de “fracasos” que de “triunfos”, solo basta poner en contraste dos cifras: a la edición de París 2024 clasificaron ¡10 mil 500 personas! y sobre la mesa del esfuerzo solo hubo 330 oros en disputa ¡Menos del 4 por ciento de los asistentes se convirtieron en Campeones Olímpicos!

Durante los Juegos sobraron ejemplos para contrastar el significado del éxito; pero, es difícil notarlos al enfocarse solo en los resultados de un país; eso impide contrastar la suma de esfuerzos de 206 naciones con sus glorias y tropiezos. Desde una perspectiva más romántica: es como enfocarnos en el brillo de una estrella y perdernos la oportunidad de apreciar los resplandores de la galaxia entera.

Ante la abundancia de “tragedias”, comparto algunas que al país bien pudieron pasarle desapercibidas, quizá anecdóticas:

En el maratón varonil, el keniano Eliud Kipchogue era la figura estelar, en busca de un inédito tercer oro olímpico en el 42k, pero al 28km se detuvo adolorido y dejó pasar hasta al último corredor en competencia, para anunciar su abandono. En ese mismo asfalto compitió el hombre que podría dar batalla a Kipchogue: el etíope Kenenisa Bekele, quien no terminó ni entre los 20 mejores ¡fue 39º! A casi seis minutos del ganador.

Jackob Ingebristen, llegó como Campeón Defensor de los 1,500m y sobradamente dijo que ganar el evento sería “un paseo por el parque” y así fue: ¡tremendo paseo le dieron al noruego! Inusual a su estilo, punteó y trabajó el ritmo casi toda la prueba pero, en los últimos 200m se le escaparon: Cole Hocker, Josh Kerr y Yared Nuguse para adueñarse de todo el podio. Hocker ganó oro con Récord Olímpico (3:27.65).

El indio Neeraj Choopra llegó como Campeón Defensor del Lanzamiento de Jabalina y de sus seis intentos ¡¡cinco fueron foules!! Solo marcó el segundo con 89.45 metros que le “alcanzaron” para ganar plata porque Arshad Nadeem hizo buenos cinco de seis lanzamientos y en el segundo rompió el Récord Olímpico de esta prueba (92.97m) para darle a Pakistán el primer oro olímpico de su historia en el atletismo. En este capítulo hay que agregar contexto: hace unos meses, Nadeem no tenía recursos para comprar una jabalina nueva y Choopra -sí, su propio “rival”- hizo una convocatoria digital para fondearle y gracias a él Arshad estrenó el implemento con el que lo superó en París 2024.

China, el 2º del medallero general, por diferencia de platas con Estados Unidos (pues empataron a 40 oros) es la famosa potencia mundial de los clavados y en la final de la “prueba reina”: la plataforma de 10m individual varonil, un saltador de su país fue último: Hao Yang que tuvo la peor puntuación en la historia de un clavadista chino en Olímpicos: 390.20 (entre la sumatoria, un clavado que le dio 54.00 puntos), para ser 12º del evento.

Después de hacer una clasificatoria de ensueño en los cuatro aparatos de la Gimnasia Artística Femenil, la legendaria Simone Biles se clasificó a cinco finales, entre ellas, la viga de equilibrio. En la disputa de medallas, se cayó y “apenas” pudo hacer 13.100 puntos…claro, no subió al podio.

Podría hacer más y mas párrafos de ejemplos, porque de entre 10 mil 500 historias, son pocas las que encontraron el brillo radiante de la victoria que hoy el mundo entiende como una medalla de oro. Solo son ejemplos de lo inusual que puede ser -especialmente para naciones que no son potencias mundiales- escuchar el Himno Nacional en unos Juegos Olímpicos y cuando sucede, hay que gozarlo como es: ¡algo histórico!

Quizás sea desde la Guerra Fría que comenzó a la par el proceso bélico en el medallero, haciendo del deporte una propaganda sociopolítica para definir qué bloque “tenía la razón” ¿Capitalismo? O ¿Socialismo? Todos entramos en la dinámica del ego nacionalista, que nos hace buscar la máxima exigencia y perfección de un representante del país y ello no es malo, es más bien corto analizarle tanto a 109 representantes y dejar pasar la oportunidad de admirar, sino a todos los 10 mil 500, a otros deportistas clasificados de otras naciones.

Porque los Juegos Olímpicos fueron reconstruidos por el Barón Pierre de Coubertin como ‘La Fiesta de La Humanidad’, no la lucha de naciones (a pesar de Himnos, Banderas o medalleros).

En otros eventos, pero mismos deportes, recuerdo los Campeonatos Mundiales de Atletismo de Daegu, Corea en 2011, donde le pedí a Usain Bolt, su opinión al ver que, a un año de los Juegos de Londres 2012, cinco Campeones Olímpicos de Beijing 2008 ni siquiera pudieron competir en la final (entre los ocho mejores, de sus respectivos eventos); uno de ellos, el propio Bolt que se descalificó por salida en falso en los 100m; la pertiguista rusa Yelena Isináyeva; la saltadora brasileña Maureen Higa Maggie; o el fondista etíope Kenenisa Bekele en 5,000m. Usain dijo:


Mira: Estas cosas pasan; pasan aquí o en cualquier evento. ¡Le sucede hasta a los mejores atletas del mundo! Nadie quiere vivir esto, pero hay que estar dispuesto a aceptar que, aunque no lo desees, es algo que podrías vivir, así seas el mejor».



Desde la perspectiva del filántropo francés Coubertin, misma que comparto: el idioma del deporte nos une a ver la luz y oscuridad de un todo; nos empatiza con el rendimiento, nos hace celebrar la dicha de la expresión del ser, sin importar su procedencia; allí es cuando se devela que la admiración del esfuerzo no tiene insignias nacionales y nace un deseo genuino de ver a cada deportista dar su máxima capacidad, porque la mejor versión de uno impulsará la grandeza de los otros.