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Ella Bucio: La doble de acción que es Campeona Mundial


Cierra los ojos, se concentra, inhala profundo y al despegar los párpados corre a máxima velocidad para saltar de una techumbre, hacer un giro y caer en el siguiente edificio. ¡Lo logra! Le aplauden y cortan la toma. Así pasó Ella Bucio los últimos cinco años de su vida: como doble de acción, hasta que decidió hacer una pausa laboral de tres meses para cultivar un sueño: dedicar cada hora de cada día a hacer parkour hasta que logró convertirse en la mejor del mundo.

A sus 25 años, Ella ahorró lo de un lustro de trabajo como stuntman, un oficio de riesgo que implica representar a un personaje ficticio en escenas de acción, para dedicarse enteramente a sí misma, a escribir con esfuerzo, disciplina y valor el guión de su propia historia a practicar cada día, mejorar cada elemento y costear sus primeras competencias internacionales.

Mientras trabajaba, pasé meses sin poder entrenar parkour, por lo que mi progreso en esos cinco años fue lento y frustrante. Yo sabía que un día podía ser la mejor, pero no tenía tiempo para entrenar lo suficiente

Ella Bucio. Campeona Mundial de Parkour Freestyle.

En 2022 salió a representar a México por vez primera: fue a las Copas del Mundo de Montpelliere, Francia y de Sofía, Bulgaria, con el corazón adolorido al ver el gran talento mexicano que no sale del país a causa de los pocos apoyos para brillar en otras tierras.

“En todo este proceso, el coraje ha sido mi principal motor, mientras lloraba camino al aeropuerto, me dije: “voy a ganar esta mie*””, aseguró antes de tomar el vuelo por la conquista de Europa.

Se lo dijo y se lo cumplió. Ella ganó oro en la modalidad de freestyle en Francia (con 21.500 puntos) y oro en Bulgaria (también con 21.500). A pesar de nunca antes haber entrado al circuito, hoy es además la líder del ranking mundial de la temporada, además en la prueba de velocidad se ubica en cuarta posición en la lista del orbe de esta campaña.

Pero el preludio en su historia de éxito comenzó muchos años atrás, cuando la gimnasia artística y ella se fundieron en horas y horas de continua práctica.

“Toda la vida hice deporte, incluyendo muchos años de gimnasia. Después conocí a algunos chicos que practicaban parkour y me dijeron que podría ser buena en este deporte. Como doble de acción entre más cosas sepas hacer, tienes mejor condición y tienes más habilidades, por eso acepté…luego me di cuenta que la gimnasia era algo más estructurado: vas y practicas elementos que muchos otros ya han hecho antes, pero el parkour siempre está retándote a crear tus propios elementos”, analizó Bucio.

Con esa perspectiva, sus ahorros, la experiencia de escuchar dos veces el Himno Nacional y su creatividad en competencia, Ella llegó a Tokio, Japón, a la primera edición del Campeonato Mundial de Parkour, donde comenzó en las clasificatorias con 26.000 unidades (13.000 en ejecución y 13.000 en dificultad). En la final, Ella fue la única representante de América y en ella añadió .500 a cada criterio, para totalizar 27.000 puntos, a 2.000 de la japonesa Hanaho Yamamoto (25.000) y 2.5 de la checa Adela Merkova (24.500) que se quedaron plata y bronce de forma respectiva.

“Tengo muchos sentimientos por ahora. ¡Las otras chicas son tan buenas! Para mi es difícil sentirme tan competitiva como ellas, porque todas son tan talentosas. Todas merecen ser reconocidas”, comentó la capitalina de 25 años de edad, quien consumó el sueño de lograr la primera conquista en el mundo del Parkur, un deporte que busca debutar en Juegos Olímpicos pero no lo hará en Paris 2024, pese a que fue justo en Francia donde nació esta exigente disciplina que combina los ejercicios de la gimnasia artística, con los retos que implican los implementos que se encuentren en la calle.


Con la ciencia del peligro

Ella tiene una gran pasión por el deporte y la ciencia y por ello, en el costado derecho de su torso lleva un tatuaje que así lo indica.

“Me hice un tatuaje de la molécula de la adrenalina porque en mi vida he tenido siempre dos pasiones: una que es el deporte, por el asunto de la adrenalina que me encanta, y otra es la ciencia que siempre me ha gustado muchísimo. Si no me hubiera dedicado al deporte, probablemente ahorita estaría trabajando en un laboratorio”.