REPORTAJES

Camino a Tokio 25: ¿Qué le falta a Latinoamérica y el Caribe?


Al cierre del 2024, Latinoamérica y el Caribe cuentan con 72 deportistas (38 mujeres y 34 hombres) que han superado la marca mínima de clasificación para competir en 24 eventos de los Campeonatos Mundiales de Atletismo de Tokio 2020; sin embargo no hay ningún atleta de la zona clasificado en otras 20 disciplinas.


ANÁLISIS. Al cierre del 2024, Latinoamérica y el Caribe tiene a 72 atletas con marca a Tokio 25.

De acuerdo a la herramienta ‘Road to Tokyo’, en los mundiales japoneses se realizarán 49 eventos, 44 de ellos individuales y cinco relevos, y aunque atletas de la zona han logrado la marca en 24 y parcialmente están clasificados equipos en los cinco relevos, aún no hay competidores con registro de clasificación en 9 pruebas varoniles y 11 eventos femeniles.

Si bien, la ventana de clasificación por marca tiene solo cuatro meses activa, en el inicio de este periodo se realizaron los Juegos Olímpicos de París 2024, máximo evento deportivo cuadrienal, en el que cada atleta planifica su máximo rendimiento.


EL DATO

Al cierre de la temporada olímpica, Jamaica no tiene a ningún velocista clasificado en los 200m varoniles.

SUCESOR. Yohanne Blake busca una medalla mundial para Jamaica en 100m y 200m masculino, tras dos ediciones sin ver al país en el podio de estas pruebas.

De acuerdo a las métricas de World Athletics, cubrir la marca mínima es uno de las formas de clasificar a Tokio 25 (otra es sumar puntos en el ranking mundial) y en esta vía, no hay atletas de Latinoamérica y el Caribe que lograran la clasificación en nueve eventos varoniles, de los que seis son pruebas de medio fondo y fondo: 800m, 1,500m, 5,000m, 10,000m, 3,000m con obstáculos y maratón; además de tres pruebas de campo: salto de altura; salto con pértiga y lanzamiento de martillo.


PROVISIONAL. El chileno Carlos Díaz está parcialmente en zona de clasificación en 10,000m al ser el Campeón Sudamericano 2023 del evento, con 28:57.18 minutos; si un atleta de la región hace el registro o clasifica por puntos, Díaz no tendrá la plaza.

En el caso femenil, hay 11 pruebas en las que todavía no dan marca las atletas de esta región; de éstas, cinco son de medio fondo y fondo: 1,500m; 5,000m; 10,000m; 3,000m con obstáculos y maratón; además de cinco eventos de campo: salto de altura; salto con pértiga; salto de longitud; impulso de bala y lanzamiento de martillo; además de la prueba combinada de heptatlón.


DOMINIO. La venezolana Joselyn Brea es Bicampeona Panamericana en 1,500m y 5,000m y tiene la mira puesta en clasificar a Tokio 25.

Según los requisitos de World Athletics, el periodo de clasificación para buscar marcas mínimas en pruebas de pista y campo es del 1º de agosto del 2024 al 24 de agosto del 2025; excepto en los eventos de: relevos (4x100m, 4x400m y 4x400m mixto), pruebas combinadas (heptatlón y decatlón), marchas (20km y 35km) y 10,000m, donde se extiende del 25 de febrero del 2024 al 24 de agosto del 2025; mientras que en maratón la ventana clasificatoria abarca del 5 de noviembre del 2023 y vencerá el 4 de mayo del 2025. Todas las marcas se pueden consultar en este link.

Si bien, en pruebas de pista y campo aún restan ocho meses para que todos los atletas del mundo busquen las marcas mínimas a Tokio 25, aun queda la opción de buscar una plaza por medio de la colecta de puntos en el Ranking Mundial en donde cada atleta puede competir en distintos eventos del mundo y, de acuerdo a la calidad competitiva del evento y la marca que logre el atleta, se le asignará una cantidad de puntos; entre más competencias haga y mejores resultados logre en ellas, sumará más unidades e incrementarán sus posibilidades de llegar a los Mundiales que inaugurarán el ciclo olímpico hacia los Juegos de Los Ángeles 2025.

El caso más plausible de ver a más del 50 por ciento de los atletas clasificados por puntos es el maratón, el evento de mayor quórum en los mundiales japoneses, pues participarán 100 atletas por rama.


EN CAMINO. Latinoamérica tiene a 16 corredores entre los 100 mejores del ranking mundial hacia Tokio 25.

Relatos 'off the record'

#HappyBoltDay

KATY LÓPEZ

@katilunga

En 2005, un chico espigado corría en la pista cuando algo interrumpió su paso: una lesión. Me dio tristeza. El más joven en la Final Mundial de Helsinki, Finlandia en los 200m y candidato al podio, veía alejarse al resto de los velocistas…pero no se detuvo y cruzó la meta más de seis segundos después del ganador.

Lo vi llegar desilusionado y harto de vivir la misma historia que el año anterior en los Olímpicos de Atenas 2004; una lesión tras otra, en momentos cúspide de su carrera. Algo cambió en él y en 2007 ganó su primera medalla mundial: plata en 200m y al año siguiente, tres oros olímpicos en Beijing 2008*. Un buen amigo que estuvo en el palco principal, me contó cómo a Jacques Rogge -entonces presidente del Comité Olímpico Internacional- le molestó que ese chico bailara en su victoria, cómo rompía la 4ª pared con tal autenticidad para usar esa cámara que lo grababa e interactuar con las 80 mil personas que lo veían en el estadio, más los millones que lo seguían en transmisiones.

“No se burla de nadie. Sólo es un niño….¡y es caribeño! Ese fue un acto de alegría y no de una malinterpretada soberbia”, le comentaron al dirigente.

En ese momento nació una nueva manera de ver a los deportistas: cada atleta adquirió una postura personal, ya no eran estoicas piezas en acciones biomecánicas, sino chicos divertidos, que bailaban, que se emocionaban y que sabían llorar, gritar, aplaudir y jugar. La emoción y la personalidad de los atletas está más cerca desde entonces.

Volví a encontrar a aquel chico que corrió rengueando en Helsinki 2005. Era Berlín, Alemania, era el año 2009 y él era un ser distinto al atleta molesto que se lesionaba. Ahora era el centro de atención y sabía capitalizar los reflectores: corrió la final de los 100m y rompió el récord mundial con 9.85 segundos…y si el cansancio no era suficiente, además, descalzo hizo un baile para festejar.

Hubo un sinnúmero de estudios biomecánicos de su carrera de 100m, de los cuales aún tengo uno que descifra distintas cantidades: de pasos, extensión de zancada, aceleración máxima, resistencia a la velocidad. Un esfuerzo humano descrito en números…pero yo me quedé con su logro mental: superar las barreras de las lesiones y romper dos récords del mundo.

Un día después fui a la pista de calentamiento para entrevistar a los atletas mexicanos que estaban por competir. Grababa un video y algún inoportuno puso su mano en mi toma «¡heeeey!», dije sin quitar la vista de la pantalla y algo molesta, pero cuando levanté la vista, vi que era él, que era una de las bromas de Usain Bolt y que un poco apenado y a la vez risueño regresó, me pidió mi teléfono y nos tomó esta foto:

Días después, ganó oro, también con nuevo récord mundial, en los 200m: 19.19s.

El 21 de agosto de 2009, en el Estadio Olímpico de Berlín, durante la ceremonia de entrega de medallas de 200m, pasó lo inimaginable: 75 mil personas cantaron ‘Happy Birthday!’ y todo era para él, que cumplía 23 años, para él que sólo en momentos como esos se convertía en un hombre profundamente conmovido, un hombre de sonrisas nerviosas, incluso parecía introvertido.

Ese mismo año visitó la Ciudad de México y dio una charla en el llamado ‘Congreso Mundial del Deporte’ (del que no han finiquitado el pago por su asistencia, por cierto), sólo unas horas y fue suficiente para enloquecer a la gente.

Pero en 2011 lo vi enloquecer a él, por la rabia de sus actos, en Daegu, Corea del Sur. Las lesiones fueron decepcionantes capítulos de su carrera, pero esa vez un error fue lo frustrante, lo que le impidió ganar: Usain hizo una salida en falso con la que él mismo provocó su descalificación en la Final de 100m; el Estadio se sumió en un profundo “¡¡¡¡Ooohhh!!!!” y ese grito, como una bomba atómica, destruyó la expectante espera por verlo dominar el hectómetro, con él en el epicentro, como si un hoyo negro absorbiera millones de decepciones.

Pero esa frustración, ese coraje y esa desesperación contra sí mismo, contra sus errores y el aprendizaje de ellos, le hizo tomar la responsabilidad de los siguientes retos y de entre lo doloroso y negativo encontró esa motivación que le hizo ganar dos oros mundiales: en los 200m y con el relevo 4x100m.

El aprendizaje, su felicidad, su certidumbre y su esfuerzo hicieron más radiante su brillo. En Londres 2012 sin lesiones, sin errores y sin miedos, rompió un record olímpico y ganó tres oros…otra vez. En Moscú 2013 recuperó lo que había perdido en los Mundiales anteriores y tenía sus tres coronas en 100m, 200m y el relevo 4x100m de regreso.

Su historia siguió como la que nadie nunca había escrito: de nuevo oros mundiales en 2015 en Beijing, China y ese mismo año regresó a la Ciudad de México para abrir una tienda oficial de la marca que le patrocina. Hasta jugó una cascarita de futbol, pero lo más curioso fue verlo sufrir al subir cuatro pisos en las escaleras del Centro Comercial Liverpool, cuyo elevador estaba bloqueado. Aquí les comparto esa historia. Fue la última vez que lo encontré en persona.

Después de volver a ganar tres oros olímpicos en Río de Janeiro, Brasil, en 2016, anunció que su retiro sería en los Campeonatos Mundiales de Atletismo de Londres, Inglaterra, en 2017, en una nostálgica aceptación del ocaso.

Así avanzó la temporada del adiós, hasta que llegó el agosto de 2017.

El 5 de agosto, día en que se conmemoraban cinco años de que ganó aquel glorioso oro con récord de evento en los Juegos Olímpicos de 2012, Usain regresó a ese mismo tartán en Londres, Inglaterra, a la final de 100m en los Campeonatos Mundiales de Atletismo. Bolt no rompió el récord mundial, tampoco ganó oro: se quedó la presea de bronce, agradecido y melancólico por tantos años de brillo, mientras el nuevo monarca, el estadounidense Justin Gatlin se postró a los pies de la leyenda, que vivía el ocaso de sus días sobre la pista.

Usain se fue de los Mundiales de Atletismo, tal como llegó: con una lesión en los últimos metros, en el relevo 4x100m.

Parecía triste verlo acabar así, pero tirado en el tartán, llegaron todos los relevistas de Jamaica: Nesta Carter, Michael Frater y Yohan Blake, no solo para apoyarlo, en especial para acompañarlo y agradecerle por años y años de esfuerzo, alegrías, asombro, orgullo y en especial, de mucha valentía.

Usain siempre supo que lo acosarían los fantasmas de las lesiones, de los errores y del miedo; pero después de las dificultades de 2004, 2005 y 2011, eligió enfrentar cada competencia con lo máximo que pudo, sin dejar ni el 1 por ciento de su esfuerzo a la deriva, sin dudar por el momento en que le acechara un desgarre o un calambre, sin cuestionarse, sin victimizarse, sin pretextos, ni culpables; totalmente entregado a cumplir lo que él deseaba. Muy por encima de los miedos, se entregó sin límites a su deseo: convertirse en leyenda.

Si me he de llevar un momento de ese chico revolucionario de las pistas, es aquella noche del 21 de agosto en Berlín, Alemania, con miles de voces cantándole y festejando su cumpleaños y aquí un video de ese recuerdo.


  • En 2017 le retiraron el oro del relevo 4x100m por doping del velocista Nesta Carter.