Mujer y Deporte, REPORTAJES

La Reina de la Voluntad

Para escribir su historia no busca ganar una medalla. Su camino se ha trazado en el valor de la voluntad y es gracias a ella que la mexicana Pina Flores busca establecer el Récord Guinness como la persona que acumula más participaciones en Juegos Olímpicos al fungir de voluntaria; un trayecto que inició en los Juegos de México ‘68 y que culminará en París 2024.

“Yo estudié en la Escuela Nacional de Educación Física. Era muy estudiosa y así, por escalafón, a los mejores promedios nos pidieron que fuéramos voluntarios en los Juegos Olímpicos. No entendía muy bien qué íbamos a hacer, pero ahora puedo contar que Bob Beamon casi casi me despeinó cuando saltó porque ¡tuve la suerte de estar ahí!

“Ahora voy a hacer mis doceavos Juegos Olímpicos como voluntaria. Soy muy afortunada de que me eligieran y me hace más feliz por que los Juegos regresan después de 100 años a Francia, donde nació el Barón Pierre de Coubertin, fundador de los Olímpicos Modernos y porque mis abuelos nacieron allá”, comentó Pina.

Aquella jovencita vivió su primer voluntariado olímpico y atestiguó no solo el Récord Mundial que Bob Beamon rompió en Salto de Longitud (8.90 metros), también vio el icónico ‘Black Power’ en el podio de los 200m con los estadounidenses Tommie Smith y John Carlos, más el australiano Peter Norman, en protesta contra las diferencias étnicas y cuya historia puedes conocer aquí); o al icónico John Stephen Akwari, último lugar en el maratón de México ’68.

Si eso era “poco”, dos años después, para graduarse como Maestra en Educación Física, hizo voluntariado en la Copa del Mundo de la FIFA México ’70. “Mi generación fue muy linda, nos tocaron momentos históricos para el mundo y de hecho mi anillo de graduación tiene grabado por un lado los aros olímpicos y al otro lado la Copa Jules Rimet. Somos privilegiados los de esa generación que estuvimos en los dos eventos deportivos más importantes que existen”, comparte Pina.

Tras esa experiencia futbolística, guardó sus recuerdos olímpicos y mundialistas y viajó a Alemania, para iniciar una maestría, pero a su salón escolar tocaría de nueva cuenta la atmósfera de los Juegos.

“Estaba en clase y entró alguien diciendo: “Necesitamos personas de habla materna española” y éramos solamente una salvadoreña y yo. Levantamos la mano y resultó que ¡nos querían como voluntarias en los Juegos Olímpicos de Munich ‘72! Me la pasé en la Villa Olímpica. Fueron momentos tan hermosos, que allí mismo me prometí ir a todos los Juegos Olímpicos posibles como voluntaria”.

Esa promesa a sí misma no era tan fácil de lograr. El Comité Organizador de cada edición de los Juegos hace una convocatoria y elige a quienes cuentan con cualidades para apoyar en labores, sin horario fijo y sin sueldo.

Base de los Juegos

El voluntariado es parte esencial operativa de los Olímpicos. Sin ellos, el evento no se realizaría, pues asisten a: atletas, visitantes, Direcciones Técnicas de cada deporte, federativos, funcionarios o reporteros…sin recibir sueldo. Si son seleccionados para colaborar en los Juegos, pagan su traslado aéreo y su estancia.

Pina se convenció de que, si lograba pasar los filtros, ahorraría por cuatro años para cubrir sus gastos. Así ha conocido: Seúl, Barcelona, Atlanta, Sidney, Atenas, Beijing, Londres y Río de Janeiro, siguiendo la estela del olimpismo.

“Yo trabajaba cuatro años: dos años ahorraba para el avión y los otros dos para pagar mi hospedaje por 21 días y al país que voy, por cuatro años estudio el idioma: ya aprendí griego, ya se hablar francés, inglés, alemán, chino…sí estudié japonés, pero por la pandemia no dejaron ingresar voluntarios extranjeros a los Juegos de Tokio 2020…¡pero lo bueno es que ya hablo nueve idiomas!”.

Pina solo “faltó” a los Juegos de Montreal 1976 y a Los Ángeles 1984 “porque estaba estudiando y no tenía dinero para el avión y el hospedaje, pero la verdad ser voluntaria es mi vida”, agregó la mexicana.

Locuras de idioma y confección

Muchas son las anécdotas en 12 experiencias olímpicas, pero entre las más surrealistas e hilarantes Pina conserva dos:

“Una vez, en Grecia, me tocó ir al aeropuerto por los presidentes de federaciones internacionales y me dicen: “tienes que ir por el señor tal, del deporte tal” y tenía un apellido como alemán, así que lo recibí, lo saludé en alemán y trabajé como su asistente personal.

“Un día me dice: “Tengo dos boletos porque van a develar un póster de Queta Basilio, que fue la primera mujer del mundo que encendió un pebetero olímpico, ¿me quieres acompañar?”. Le dije que si “…pero, oiga: qué raro que lo inviten a usted a ese evento, si usted no es de México” y me contestó: “¡Pero si yo sí soy mexicano!” Y le contesté “¿¡Pues qué no me ve el nopal en la cabeza!?” ¡Ya llevábamos tres días hablando los dos en alemán y los dos somos mexicanos!”, recuerda.

Pero esa eventualidad fue solo el preludio de otro episodio: “Para ir al evento de Queta Basilio me dijo: “¿No sabes quién le pueda subir el dobladillo a este pantalón?” Y pues yo con toda la amabilidad posible le dije: “Ah no te preocupes, yo se lo subo”. Me da su pantalón y cuando le voy pasando la tijera, pues resulta que ¡le corté toda la otra pierna! ¡No! ¡Eso ya no tenía remedio!…y cuando vi la marca: ¡Hugo Boss! Pues ahí voy a buscar a las tiendas de Atenas ese pantalón y me acuerdo bien que era talla 34 porque en la tienda solo había 32 y pues le tuve que llevar ese…claro que allí mismo ya le arreglaron el dobladillo. Se lo di, se lo puso y me dice “oye yo creo que engordé, porque me quedaba bien el pantalón y ahora me aprieta”, y solo le dije: “si yo creo que la comida de Grecia es muy grasosa”, porque ni cómo contarle toda la historia”, agrega entre risas.

El voluntariado olímpico que comenzó como requisito escolar en México ’68 vio el último capítulo de la vida de Pina en París 2024. “Es algo muy noble, que me gusta hacerlo. Es una felicidad incalculable. Es una cosa que te debe de salir del corazón, porque eso de que no te paguen y que a las 2:00am termines una jornada, apoyar y dar lo mejor de ti siempre es algo para lo que tienes que tener una vocación enorme”, agregó Flores, quien además ha ido a siete Copas del Mundo de la FIFA y seis Juegos Panamericanos, bajo la misma función.

Por el Guinness

Después de participar en París 2024, Pina busca registrar su historia en el Récord Guinness como la persona con más participaciones en el voluntariado de los Juegos Olímpicos, pues sus 12 ediciones sumando esfuerzos para apoyar el desarrollo de la justa, nadie en el mundo las iguala. 

“Tengo entendido que hay que demostrar pruebas de tu voluntariado y además hacer un registro. Yo tengo todas tus mis acreditaciones, son como mi tesoro. Luego haces la solicitud y tengo entendido que tiene un costo como de 200 mil pesos. Quisiera pedir un donativo para que me apoyen y cooperen a que pueda lograrlo y hacer a todos parte de este Récord”, agregó la más experimentada voluntaria olímpica del mundo.


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