REPORTAJES

Radiografía de México en París 2024: ¿Qué puede lograr la Delegación Nacional en los Juegos Olímpicos?

Está temporada, en los Juegos de París 2024, México celebra 100 años de participar de manera oficial en los Juegos Olímpicos y aquí van datos curiosos, análisis de Delegación Mexicana y el pronóstico de lo que el país puede lograr en la edición 33 de la justa:

Por primera vez, México clasifica a más mujeres que a hombres a los Juegos Olímpicos. Ellas representan el 57.8 por ciento de la Delegación Mexicana con 63 competidoras, mientras que ellos son 46 deportistas. (Dato destacado al considerar que París 2024 son los primeros Juegos que buscan la paridad de género con 50 por ciento de participación de hombres y mujeres, cifra que México supera para ellas, que comenzaron tarde el debut en la fiesta olímpica, pues en el caso de nuestro país, la mujer comenzó su participación en Los Ángeles 1932 con Eugenia Escudero (esgrima) y María Uribe (lanzamiento de jabalina)).

Alejandra Zavala llega a Paris 2024 para vivir sus terceros Juegos Olímpicos y competirá en dos eventos del tiro deportivo. (FOTO: Conade).


En esta Delegación, 63 deportistas viven sus primeros Juegos, mientras el 42.2 por ciento del equipo ha estado al menos una vez antes en los Olímpicos; destacan: Nuria Diosdado (natación artística), Alejandra Valencia (tiro con arco), Alejandra Orozco (clavados) y Crisanto Grajales (triatlón) que viven su cuartos Juegos Olímpicos.

Por cierto: el veracruzano Crisanto Grajales es el primer hombre de América Latina y el 6º del mundo que clasifica a sus cuartos Juegos Olímpicos en Triatlón. Grajales ha competido en todos los eventos de los cuatro ciclos olímpicos.

Y al hablar de Triatlón: México va con equipo completo en cuatro deportes: justo en Triatlón, para ser, con Estados Unidos y Brasil, los tres únicos países de América que van con tres hombres y tres mujeres a la competencia en el Puente Alejandro III; también en Tiro con Arco deporte en el que México es el único país de América que lo logra y lo hace por 3ª vez en su historia (antes en Munich 1972 y en Londres 2012); Natación Artística (que lo hace por 1ª vez desde Atlanta 1996); así como en Pentatlón Moderno por primera vez desde el año 2000, que se integraron las mujeres a la competencia.

Emiliano Hernández llega como uno de los seis mejores pentatletas del mundo y el primer latinoamericano medallista mundial individual del Pentatlón Moderno. (FOTO: Conade).

15 Deportes

México clasificó en ambos géneros: Atletismo, aguas abiertas, ciclismo de montaña, ciclismo de pista, natación, pentatlón moderno, remo, triatlón, clavados, tiro con arco, golf, tiro deportivo, boxeo, taekwondo y tenis de mesa

México logró clasificaciones inéditas: Por primera vez clasifica el Conjunto de Gimnasia Rítmica; por vez primera México clasifica al surf (con Allan Cleland) y también a la prueba Omnium femenil del ciclismo de pista (con Victoria Velasco); por primera vez competirán un hombre y una mujer del país en Natación en Aguas Abiertas; por primera vez una mujer clasifica a dos eventos en tiro deportivo: Alejandra Zavala (pistola de aire 10m y pistola 25m); también es la primera ocasión que México clasifica a dos hombres en el salto de altura del atletismo olímpico y en el debut de la clase IQFoil de vela, México tiene una representante: Mariana Aguilar; mientras en ciclismo: la de París 2024 es la selección olímpica más grande de los últimos 24 años, con cuotas para competir en 12 eventos en pista, ruta y montaña y en la que figura Jessica Salazar, quien después de ocho años, se mantiene aún con el Récord Mundial de 500m contrarreloj y destaca como una de las mejores arrancadoras del mundo.

México llega como Campeón Continental en la prueba de veloidad por equipos, con: Jessica Salazar, Yuli Verdugo y Daniela Gaxiola. (FOTO: Conade).

8 Deportes

México clasificó únicamente en pruebas femeniles: Ciclismo de ruta, vela, judo, canotaje, gimnasia artística, gimnasia rítmica, levantamiento de pesas, y natación artística

En estos Juegos, 25 deportistas mexicanos competirán en más de una prueba y quienes tendrán más de dos oportunidad de buscar medalla son dos ciclistas y dos arqueros: la medallista olímpica y Subcampeona Mundial Alejandra Valencia y el Subcampeón Panamericano Matías Grande, quienes competirá en la prueba individual, en equipo femenil y varonil (de forma respectiva) y en equipo mixto, los dos juntos; con ellos, también las pedalistas Daniela Gaxiola y Yuli Verdugo, que competirán en: Velocidad por Equipos, Velocidad Individual y Keirin, en el ciclismo de pista.

En París 2024 Alejandra Valencia vive sus cuartos Juegos Olímpicos consecutivos…y por primera vez podrá formar parte de la Ceremonia de Inauguración de la justa.

Luego, en dos pruebas competirán 22 mexicanos, en siete deportes: Alegna González y Ceci Tamayo en Atletismo; Osmar Olvera, Alejandra Orozco, Gaby Agúndez, Randal Willars y Kevin Berlín en clavados; Miguel De Lara y Jorge Iga en natación; Alejandra Zavala, Edson Ramírez y Goretti Zumaya, en tiro deportivo; Nuria Diosdado y Joana Jiménez en natación artística, Lizet Rueda, Rosa María Tapia, Crisanto Grajales y Aram Peñaflor en triatlón; además de Carlos Hank, José Antonio Chedraui, Eugenio Garza y Andrés Azcárraga (AP) en salto ecuestre; además hay que esperar la participación de las gimnastas Alexa Moreno Ahtziri Sandoval y Natalia Escalera, en posibilidad de clasificar a finales en all around o de aparatos.

5 Deportes

México clasificó solo en pruebas varoniles: Bádminton, luchas, esgrima, surf y salto ecuestre.

El Campeón Panamericano Marco Verde peleará en París 2024, luego de que su padre lo hiciera en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.

¿Con qué logros llega México a París 2024?

A los Juegos Olímpicos de París 2024 clasificaron 27 Campeones de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, quienes ganaron los títulos continentales en 11 deportes: tiro con arco, natación artística, atletismo, boxeo, canotaje, ciclismo, clavados, golf, pentatlón moderno, taekwondo y triatlón.

El taekwondoín Carlos Sansores ha ganado tres medallas mundiales en los últimos cinco años y es el vigente Campeón Panamericano de los +80kg.

Además, de estos 109 atletas (ya considerando los dos suplentes) que llegan a estos Olímpicos, emergen 26 medallas mundiales: 4 oros, 12 platas y nueve bronces que México conquistó en los deportes de: surf, taekwondo, tiro con arco, pentatlón moderno, clavados, gimnasia artísticas, canotaje y remo; de ellas, 15 preseas mundiales las lograron en disciplinas que se compiten en el programa de los Juegos Olímpicos, en los deportes de: pentatlón moderno, clavados, surf, taekwondo, tiro con arco, gimnasia artística y canotaje.

Osmar Olvera es el deportista de esta Delegación que más medallas mundiales ha ganado: un oro, dos platas y un bronce, en las pruebas de trampolín 1m y trampolín 3m.

De esos medallsitas mundiales destacan tres: Osmar Olvera (clavados), Carlos Sansores (taekwondo) y Alejandra Valencia (tiro con arco). Los tres han subido más de una vez al podio de los Campeonatos Mundiales de sus respectivos deportes y Osmar es el máximo medallista mundial de la Delegación Mexicana, pues ha conquistado cuatro podios del orbe: un oro, dos platas y un bronce; le sigue Sansores con un oro y dos platas; mientras Ale Valencia ha ganado tres platas y un bronce mundiales.

Además, México llega con tres medallistas olímpicas de Tokio 2020: las clavadistsa Ale Orozco y Gaby Agúndez, que ganaron bronce en la plataforma de 10m sincronizada, con Alejandra Valencia, quien al lado de Luis Álvarez, ganó bronce en la debutante prueba de equipo mixto del tiro.

El ciclo olímpico que cierra en París 2024 ha sido el ciclo más corto de los últimos 65 años, pues a causa de la pandemia por COVID-19, se postergaron los Olímpicos de Tokio 2020 al año 2021, pero se “contrajeron” las competencias del siguiente cuadrienio y en un mismo 2023 se realizaron: los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador (de junio a julio) y los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile (de octubre a noviembre), además de los Campeonatos Mundiales de cada deporte y todo ello, en el proceso de buscar la clasificación a los Olímpicos franceses.

En el contexto interno: sin un fideicomiso público para el apoyo al deporte (pues el FODEPAR con otros más de 100 fideicomisos desapareció en 2020), en medio de adversidades administrativas en federaciones deportivas como: Deportes Acuáticos, Ciclismo o Tenis de Mesa, con desconocimientos de sus órganos rectores internacionales; mientras en otros casos como Atletismo es desconocido por Conade; caso aparte el del Boxeo, cuya Federación Internacional fue excluída del Comité Olímpico Internacional, al descubrir amaños en los combates de los Juegos de Río 2016, provocando complejos procesos de clasificación a los pugilistas del mundo, rumbo a los Juegos parisinos.

¿Qué pueden lograr los mexicanos en París 2024?

De acuerdo a los resultados que México ha logrado en los últimos 24 años en Juegos Olímpicos, en estadísticas, el porcentaje de medallas es de 5.2 por ciento, según el Director Técnico del Comité Olímpico Mexicano Óscar Gómez; en plena pandemia de COVID-19, en los pasados Juegos de Tokio, México ganó cuatro preseas, todas de bronce, en: levantamiento de pesas, tiro con arco, clavados y futbol.

En estos Juegos Olímpicos, los deportes con más proyecciones de alcanzar el Top5 de sus respectivas disciplinas son: clavados, ciclismo, tiro con arco, taekwondo, pentatlón moderno y atletismo (en las pruebas de marcha).

Alegna González fue 5ª en los 20km de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020; en esta edición competirá en esa prueba y en el relevo mixto, al lado de Ever Palma.

Entre las posibilidades de alcanzar diploma olímpico, es decir ubicarse en el Top8 en los Juegos también figuran: boxeo, canotaje, natación artística, tiro deportivo y gimnasia.

México puede lograr entre 5 y 7 medallas* en los Juegos Olímpicos de París 2024, con posibilidad de que una de ellas pueda ser de oro.

*Con un margen de error de 2+ y 2- en este pronóstico personal.

El que 109 mexicanos en más de 127 millones de habitantes en el país se clasifiquen a los Juegos Olímpicos de París 2024 es en sí un logro mayúsculo, pues no son ni uno de cada millón de habitantes los que consumaron la plaza, en una nación con estructuras deportivas aisladas y sin un sistema que correlaciones a las distintas áreas que trabajan en torno al deporte en el país.

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OPINIÓN

¿Exigencia en la inestabilidad?

A 500 días de los Juegos Olímpicos de Paris 2024, México enfrenta el ciclo olímpico más turbulento de su historia… pese a ello ¿habrá medallas?

El terreno olímpico de México se encuentra en la condición más inestable, de su historia. A 500 días de los Juegos Olímpicos de Paris 2024, son diversas las incógnitas del desempeño de la Delegación Mexicana en la Ciudad Luz y el reloj inició una imparable cuenta regresiva en la que los resultados de los deportistas van mucho más allá de una preparación religiosa y su esfuerzo personal.

Diferencias ‘extra cancha’

En este ciclo olímpico por primera vez dos de los tres organismos deportivos más importantes de México son dirigidos por mujeres: la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) por la medallista olímpica en atletismo Ana Guevara y el Comité Olímpico Mexicano (COM) por la medallista mundial en clavados Marijose Alcalá; aunque este es un importante paso histórico para la administración deportiva femenil en México, las diferencias políticas e ideológicas de cada titular han decantado en esfuerzos independientes y no coincidentes por el mismo fin: ver el mejor desempeño de México en Juegos Olímpicos.

Marijose Alcalá y Ana Guevara.

Las mayores discrepancias estriban en su accionar ante las Federaciones Mexicanas de Natación, Atletismo y Ciclismo.

En el primer caso, su titular, Kiril Todorov, fue desconocido por World Aquatics (Federación Internacional de Deportes Acuáticos), decisión que apoyó el COM y por ello promueve la operación de una Comisión Estabilizadora; sin embargo, la Conade mantiene el apoyo a Kiril Todorov.

En el segundo caso: la Conade denunció a Antonio Lozano, por recibir dinero del gobierno para apoyar al atletismo mexicano, pero este a cambio entregó facturas falsas por más de 4.8 millones de pesos; al cometer peculado quedó inhabilitado para presidir el atletismo nacional y para recibir recursos públicos y a pesar de ello, el COM respalda a Lozano.

En ciclismo la Unión Ciclista Internacional desconoció a Edgardo Hernández como presidente de la Federación Mexicana de Ciclismo y Conade apoya el fallo, pero el COM se perfila por Edgardo.

A este escenario hay que agregarle una pieza: además de dirigir el COM, Marijose Alcala dirige la Comisión de Deporte en la Cámara de Diputados (legisla desde la bancada del Partido Verde Ecologista de México) y es ésta junta la que presenta la propuesta presupuestal de cada año a la Comisión de Hacienda.

¿Y los recursos?

Además de las diferencias en las rutas políticas que trazan, hay que agregar la situación presupuestal. En 2019, tras la cancelación de los fideicomisos públicos, se eliminó también el fideicomiso Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar) que, si bien tenía vicios corregibles, de él dependía la compra de material deportivo, pago de campamentos y competencias o pago de equipo multidisciplinario (entrenador, fisiatra, psicólogo).

Hoy, el recurso federal etiquetado para este fin no solo se redujo, además llega más lento a sus beneficiarios, pues a inicios del 2023 hay entrenadores que no habían recibido el pago de los últimos siete meses de trabajo del 2022.

Ello se suma al ‘freno de mano’ que ya padecía la administración deportiva federal, al tener recursos a cuenta gotas en deportes como: atletismo, boxeo, judo, lucha, natación o polo acuático. Pocas son las disciplinas que se sustentan de la Iniciativa Privada, como el basquetbol varonil, donde el empresario Carlos Lazo destinó recursos propios a la Selección Nacional que recién clasificó a la Copa del Mundo de la FIBA 2023.

La pandemia apresuró todo

La condición similar para todos en el mundo es la pausa por la pandemia de COVID-19, que desfasó la realización de eventos y encausó la reprogramación de los calendarios de rendimiento de los atletas, aunque retrasó los Olímpicos de Tokio 2020, al 2021, para 2023, el año preolímpico tendrá todas las justas con diferencia de meses: Juegos Centroamericanos y del Caribe (San Salvador, El Salvador); Juegos Panamericanos (Santiago de Chile, Chile), además de Campeonatos Mundiales en cada disciplina, que ofrecerán plazas olímpicas a Paris 2024.

¿Qué puede lograr México en Paris 2024?

Entre estas condiciones, Mexico avanza con ‘freno de mano’ hacia los Juegos Olímpicos y a pesar de ello, si hay oportunidad de subir al podio entre dos y cinco veces, pues en algunos deportes las condiciones administrativas, políticas y financieras fluyen con mayor agilidad, entre ellos destaca el taekwondo.

El taekwondo, que es el deporte que más recursos públicos recibió en el ciclo olímpico pasado, vio la caída más dolorosa de su historia pues en los Juegos de Tokio 2020 el país no subió ni una vez al podio en este deporte de combate, después de hacerlo de forma consecutiva desde los Juegos de Seúl 1988 (como deporte de exhibición) y ya después a partir de Sidney 2000 (cuando se incorporó al programa olímpico), hasta Río 2016.

Pese al descalabro, en el Campeonato Mundial de Taekwondo de Guadalajara 2022el anfitrión ganó seis medallas: tres oros con Daniela Souza (-49kg.), Leslie Soltero (-67kg.) y Carlos Sansores (+87kg.), además de una plata de César Rodríguez (-54kg.) y los bronce de Brandon Plaza (-58kg.) y Bryan Salazar (-87kg.). Los tres oros del taekwondo mexicano se lograron en divisiones donde nunca antes había triunfado México, por lo que esta nueva generación tiene perspectivas al podio de Paris 2024. (Recordemos que el taekwondo en Mundiales tiene ocho divisiones por rama y en Juegos Olímpicos se conjugan pesos para tener cuatro categorías para hombres y cuatro para mujeres).

Daniela Souza y su entrenador Abel Mendoza.

El tiro con Arco con la sonorense Alejandra Valencia y Luis ‘El Abuelo’ Álvarez, que ganaron bronce en la prueba mixta de Tokio 2020, al lado de la Subcampeona Olímpica Aida Roman (plata en Loneres 2012) comandan a una nueva generación entre arcos y flechas.

Mientras en atletismo, pese a los rasgos financieros y administrativos en su federación, el nivel de la marchista Alegna González, al ser 5ª en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, 4ª en la Copa del Mundo de Muscat 2022 y 7ª en los Mundiales de Oregon22 la perfilan para estar entre las ocho primeras de los 20km de marcha atlética.

Mientras en levantamiento de pesas, la Subcampeona Panamericana y medallista mundial Aremi Fuentes ganó bronce olímpico en Tokio 2020 y prácticamente a mil días de los Juegos de Paris 2024 ya estaba entrenando para regresar al podio en la división de -75kg.

En tanto los atletas sepan enfrentar la intrincada situación administrativa que viven los deportes acuáticos en México, en la disciplina de Clavados se mantienen las posibilidades, junto con el ciclismo mexicano que cierne sus mayores posibilidades en el velódromo; estos dos, al lado del deporte que inventó el Baron a Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos Modernos: el Pentatlón Moderno.

Si en Paris 2024 Mexico no ganase ni una medalla, se repetiría un hecho que el país no vive desde Ámsterdam 1928 y que solo ha sucedido dos veces, en la participación histórica de Mexico: primero justo en Paris 1924 y después en Ámsterdam 1928. Pero más allá del dato, el trago amargo podría a su paso dejar tanto mal sabor como fortalecimiento y sería la inflexión hacia la renovación (y en algunos casos la creación) de un modelo deportivo…y no, al decir esto no deseo que México se quede sin ganar medallas.

Es más difícil que México no toque ni un podio olímpico, a que sí lo haga y por ello, pese a las condiciones en que llega el deporte mexicano al cierre de este ciclo olímpico, si las medallas caen, sucederá algo a la vez tan bueno como malo; en lo bueno, se premia al esfuerzo del atleta y los lustros que dedicó a consumar su sueño; en lo malo, sobre sus logros se justifica la operatividad del ‘sistema’ del deporte, sin priorizar una necesidad de mejorarlo.

Relatos 'off the record'

El impredecible 7 agosto

A los reporteros ni una gitana podría leernos el futuro. Jamás sabes lo que encontrarás al abrir los ojos por la conquista de un nuevo día. Uno de esos días fue éste: 7 de agosto de 2012, cuando en menos de cuatro horas vi más de lo que podría imaginar.

Estar allí era un sueño cumplido por el que trabajé diez años sin descanso. Desde 2002 se inyectó en mi el espíritu olímpico y llegar a unos Juegos se volvió mi meta; un camino complejo en el que para los periodistas no existe propiamente un proceso de clasificación, sino de designación. Así que al pasar una década entre pistas, tatamis, dianas, arcos, gimnasios, libros, cifras, datos y detrás de la computadora, sentir el respiro del ambiente olímpico británico, pese a dejar al otro lado del mundo a mi bebé, era una especie de ‘medalla de oro’ para mi.

Pero específicamente, en esa fecha del 7 de agosto del 2012, el atletismo estaba en sus días iniciales en Londres 2012. Me instalé en el Estadio Olímpico, lista para ver al corredor David Rudisha en los 800m. Rudisha me caía bien. Su papá ganó plata en el relevo 4x400m de México ’68 y aunque no nos conocíamos ya me parecía que su historia se entrelazaba de alguna forma con mi país. Así que me senté en la grada para prensa junto a un desconocido y pronto descubrí que era un sabio: un austriaco de 81 años que gozó esa competencia a tal grado que me hizo llorar de emoción. Tan pronto el keniano cruzó la meta con el oro, este hombre europeo empezó a escribir aceleradamente para compartirme muchos datos que me hicieran valorar ese récord mundial que jamás olvido: 1:40.91 minutos. Así veía la vida aquel señor y pues sí, de alguna forma no sabríamos en qué momento dejaría de atestiguar, valorar y compartir cada instante. Esa fue su lección más grande, más allá de los textos que aún conservo; más allá de la diferencia en nuestros idiomas o culturas, para él la prioridad era compartir la luz de sus emociones y, de forma implícita, su sabiduría conmigo. Aún tengo sus líneas, como el recuerdo de un aprendizaje más grande incluso que el imperioso atletismo.

Pero, en mi deber laboral, salí aceleradamente de allí. Debía ir a cubrir las competencias en el Complejo Acuático. Me instalé en la tribuna de prensa, lista para ver las pruebas de clavados. No había tantos reporteros de México. La mayoría estaban en el ExCeL Complex, donde el sonorense Óscar Valdez peleaba los 4os de final contra Irlanda. De ganar, rompería una sequía de 12 años sin ver a un mexicano en un podio olímpico de boxeo. En su segunda incursión olímpica, el querido Valdez Fierro se despedía del pugilismo amateur con una derrota, mientras yo, seguía en los saltos ornamentales.

Todo parecía una historia conocida: Laura Sánchez en el trampolín 3m individual. Fue 6ª en Beijing 2008 y en el primer salto de Londres 2012 estaba 5ª; en la segunda ronda 6ª. Para mí ya era loable que estuviera en finales con una lesión severa en el hombro y en medio de diversas adversidades administrativas. Empecé a escribir la nota ‘Culmina Sánchez en 6º sitio’. ¡Oh error! Laura remontó. No me quiero poner técnica, pero Laura rozaba zona de medallas. Estaba en una dura lucha con la italiana Tania Cagnotto y al final la superó ¡por 20 centésimas! (362.40 puntos de Laura, por 362.20 de Tania) HISTÓRICO: Laura es hoy por hoy la primera y única mujer mexicana que gana una medalla olímpica en una prueba individual de clavados. ¿¡Qué más esperaban mis ojos!? Un récord mundial de atletismo, una medalla olímpica histórica para México…¡y faltaba mucho!

Entrevisté a Laura y salí de la sala de prensa del Complejo Acuático prácticamente jalada por Carlos Legaspi, quien me tomó por el codo y me apresuraba para regresar al Estadio Olímpico de Atletismo. Legaspi fue mi lazarillo en ese andar de casi 2.5 kilómetros y se lo agradezco, pues mientras avanzaba, escribía las letras finales de la nota sobre Laura.

Llegamos al Estadio y es literal que ya no cabía ni un testigo más; increíble porque había 80 mil asientos, pero solo cupimos de pie y en un rincón. Lamenté mucho no poder sentarme junto al sabio austriaco, pero menos de 15 minutos después, allí estaba un mundo silente y expectante: presenciando a ocho hombres hincados que esperaban el disparo de salida y a su sonido, respondió un estruendo único y electrizante. El mundo vio entonces al primer hombre en la historia que retenía un oro olímpico de 100m…con nuevo récord olímpico. Sí: Usain Bolt, con crono de 9.63 segundos, tiempo suficiente para que la multitud se rindiera ante el ‘rockstar del tartán’.

Lo que más recuerdo de aquella final es el dedo índice de la mano derecha de Usain. Aún le faltaban dos pasos para cruzar la meta y ya había puesto ese dedo sobre su boca, una señal universal de «silencio»; una especie de «¡a callar!», pues durante un año cargó la pesada loza de la «rumorología». En 2011, durante los Campeonatos Mundiales de Atletismo de Daegu, Corea, en la final de los 100m pasó lo impensable: Usain se descalificó por una salida en falso, por estar pendiente de los movimientos de su compatriota Yohan Blake (que al final ganó el oro mundial del hectómetro en Daegu 2011). Fue un error, un trauma, un fantasma que lo persiguió hasta Londres 2012, con un»¿y si pasa de nuevo?» «¿Y si Blake le gana?». Así que esa noche de verano británico, sus zancadas sacudieron esas y más dudas y el ademán tenía que reforzar su monarquía.

Pero ¿y mi historia? ¿Allí acabaría la aventura? ¡Pues no! ¡FALTABA LA CONFERENCIA DE PRENSA CON BOLT! Bajábamos apresurados cuando Legaspi me dijo: “Voltea discreta y mira quién viene detrás de nosotros».

Obviamente que no fui discreta, obviamente que miré hacia atrás y al verlo pensé «¡NO-PUEDE-SER!» A dos escalones de mí estaba caminando ¡SIR PAUL MCCARTNEY! Tal vez fue en ese instante cuando debió de darme un infarto ¡pero no! Sólo pude verlo, tratar de tomarle fotos y (estúpidamente) decirle “¡Hola!” (sí en español) y me contestó igual “¡Hola!”.

Pude infartarme allí de no ser porque el guardaespaldas que nos separaba empezó a empujarme y a gritar “¡Camina! ¡Camina!” y pues sí, se me fue el espasmo y desperté para TRATAR de andar, y de asimilar la serie de anormalidades que en tan pocas horas viví, para rematar con: la conferencia de prensa de Usain, siempre ocurrente, bromista, creativo y paciente.

A las 11:40 de la noche me di cuenta de que no había comido desde el desayuno, que hacía frío y que la noche sería bastante complicada (en especial considerando que, por una carambola de azares, en aquellos días me tocó dormir en el banquito de uno de los pianos verticales que están en la estación de trenes de St. Pancras), pero ¿qué más daba? Si lo que viví esa noche no salía ni planificando.

Un día singular, lleno de personas mágicas, que hicieron algo aquel día que me asombró, me conmovió, me alegró y me llenó el alma. Pasan los años y recuerdo con el mismo brillo cada instante de ese séptimo día de agosto, en un verano olímpico intenso, alocado e inédito.