KATY LÓPEZ
Luego de que el juvenil australiano Gout Gout rompió un Récord Mundial de Usain Bolt, todo fue euforia y expectativas, hasta que Sebastian Coe, presidente de World Athletics, dio un giro a los festejos con esta declaración: “la gran mayoría de atletas que ganan títulos mundiales juveniles no llega a competir por sus países como adultos. (Un atleta juvenil) es un raro y precioso talento que requiere nutrirse y protegerse”. ¿Será cierto? ¿Qué tiene México por reflexionar de esta declaración?
¿Qué hizo Gout-Gout?
Gout Gout -un velocista de padres sudaneses cuya familia migró a Australia- rompió, a mediados de diciembre del 2024, el Récord Mundial Sub16 de 200m que poseía Usain Bolt, al correr en 20.04 segundos y mejorar el crono de 20.13s del jamaiquino.
DATO CURIOSO
Gout iniciará el 2025 en Florida, EUA para entrenar con Lance Brauman, quien DIRIGE al estadounidense Noah Lyles, Campeón Olímpico de 100m en París 2024 .

Gout hizo además un nuevo Récord Oceánico y nuevo Récord Australiano senior de 200m, al superar el registro que por 56 años fue del legendario velocista australiano Peter Norman, atleta que protagonizó uno de los capítulos más emblemáticos en la historia de los Juegos Olímpicos, en la edición de México ’68.
Coe ‘enfría’ los ánimos de sobre Gout-Gout
Velocistas como el estadounidense, medallista mundial, Justin Gatlin felicitaron al juvenil australiano, mientras el mismo Gout declaró: “Son tiempos de adulto y yo, que solo soy un niño, los hago. ¡Tengo un gran futuro, seguro!”.
Coe, Bicampeón Olímpico en 800m, se fue a la mesura y el realismo. “Es claramente talentoso, pero cualquiera entrenador de alto rendimiento dirá que el reto más duro de trabajar con un atleta juvenil es llevarlo a una mejoría de nivel mundial como adulto”, expresó el británico (quien, por cierto, busca la presidencia del Comité Olímpico Internacional, cuyos comicios serán en marzo del 2025, durante la 144 asamblea del organismo, en Atenas Grecia).
Quizá esta declaración va a contracorriente de la ‘Gout-Gout Manía’, pero conlleva un fuerte sabor de realidad y son palabras que México debe considerar, pues en este país existen los Juegos Nacionales Conade (antes llamados Olimpiada Nacional), evento que exalta el deporte en sus categorías infantiles y juveniles, pero no siempre se traduce en nutrir a las Selecciones Nacionales Adultas.
México y su deporte ‘gordo’
El evento, creado a mediados de los 90 por la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), durante la gestión de Ivar Sisniega, nació con dos metas: desarrollar el deporte en todas las entidades del país y a través de ello, nutrir a las selecciones nacionales, hacia los eventos del ciclo olímpico: Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos y Juegos Olímpicos; un propósito que Rommel Pacheco, actual director de la Conade, quiere mantener en este evento.
Hoy, los Juegos Nacionales Conade (JNC) convocan a 51 deportes: desde los que están en el programa de Juegos Olímpicos, hasta ajedrez o el deporte endémico nacional: la Charrería.
Pero, con el tiempo, el evento cambió su dinámica cuando iniciaron las competencias entre entidades por ver cuál lideraba el medallero general. Jalisco, Nuevo León y Baja California, se disputaban los primeros sitios de la tabla…aunque no siempre eran las entidades que aportaban las medallas olímpicas y mundiales.

DATO CURIOSO
En 2008, Michoacán no estaba entre los primeros 15 sitios del medallero de la extinta Olimpiada Nacional, pero tenía a los Campeones Mundiales: Everardo CristÓbal (canotaje) y Edna Díaz (taekwondo), además del Campeón Olímpico Guillermo Pérez (taekwondo).
La colecta de más preseas, provocó la asignación de más recursos y, entre lo positivo, la creación de infraestructura deportiva en las entidades del país; esto generó una estrategia por ver más viable ganar medallas en categorías infantiles y juveniles menores. En casos como Atletismo van desde los 14 años de edad; en un deporte de iniciación temprana, como Clavados, desde los 9; pero en un deporte de combate como Taekwondo hay competencias para niños desde los 10.
Muchos talentos juveniles de México han pasado por los JNC, pero su brillo se ‘extingue’ antes de ser adultos; a veces por la sobrecarga de entrenamiento para llevar su cuerpo -aún en desarrollo- a la máxima potencia, pero en otras, por el exceso de competencias.
Un caso fue el yucateco Moroni Rubio: en 2003 era el velocista más destacado de México. Según estadísticas de World Athletics, corría más rápido que Carl Lewis (comparando a ambos antes de los 16 años de edad). Moroni tenía el récord de la región Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de 100m en su categoría (10.47s) y fue Campeón de esta zona al superar entonces a un casi desconocido Usain Bolt…pero Moroni padeció una lesión en el tendón de Aquiles antes de ser adulto.
“Mi talento era muy notorio desde muy joven. No creo que tuviera sobre carga de entrenamiento, pero sí de competencias. Con las expectativas que tenían otros de mi y yo mismo ¡la carga emocional y física era tremenda! Amaba mi deporte y sé que todavía no se había visto lo mejor de mí, pero ahora creo que al atleta infantil-juvenil con alto potencial, se le debe permitir ser un niño y no ponerle tanta presión…sin dejar a un lado la disciplina”, expresó el ahora ingeniero.
Otro caso fue el tijuanense Eumir Quintero, quien ganó 40 medallas en la natación de la Olimpiada Nacional y rompió 26 récords mexicanos, pero en 2014 se retiró del deporte sin representar a México en eventos del ciclo olímpico.
“A veces los involucrados en desarrollar a un deportista olvidan que antes que nada son niños. Yo tenía mucha actitud competitiva, pero estaba consciente de que no soy Michael Phelps. Mis papás no me presionaron pero, otras personas sí; lo bueno es que yo conocía mi realidad, pero otros compañeros no y cuando se aferraron a esa presión, terminaron con mucha frustración de no lograr lo que otros esperaban de ellos”.

DATO CURIOSO
Saúl ‘Canelo’ Álvarez ganó un oro y una plata en las Olimpiadas Nacionales de 2004 y 2005, pero al alcanzar el límite de edad de competencia, dejó de recibir con apoyos estatales y por ello debutó en el boxeo profesional, sin probarse en eventos del ciclo olímpico.
Ante esta dinámica que por más de 25 años ha regido al certamen nacional multideportivo más importante del país, las estadísticas del atletismo reflejan que menos del 12 por ciento de los competidores que iniciaron en las categorías infantiles o juveniles, se mantiene en la alta competencia hasta después de los 20 años. Lesiones, sobrecarga muscular, hartazgo, desgaste emocional o falta de apoyo, falta de recursos de la familia, llevan a los talentos a declinar.
“El cuerpo tiene tres edades: la cronológica: que se rige por la fecha de nacimiento; la biológica que se determina por la calidad de vida; y la deportiva basada en la carga física en el cuerpo. A veces, por alcanzar mejores resultados, se sobrecargan los músculos de deportistas muy jóvenes y aunque en el momento ganan, después se pueden lesionar”, compartió el entrenador de atletismo Fabricio Chamor.
Quizá hay un doloroso dejo de razón en las palabras de Coe: un deportista juvenil con resultados excepcionales puede encontrar en su gloria su tortura, pues se convierte en una luz de expectativas de largo plazo con un ‘listón demasiado alto’ sin garantía de cumplir los pronósticos que se ciernen sobre sus hombros.
“Para un niño puede ser muy estresante que lo presionen a ganar. Ya no disfruta competir, ni se va a diviertir y a veces su entorno más cercano: sus papás, su familia o sus entrenadores, quieren que ganen, pero lo importante al principio es que desarrollen más habilidades y adquieran más aprendizaje; a esa edad no se trata de ganar o perder”, agregó Eumir Quintero, el ex nadador que es ahora abogado.















