Mujer y Deporte, NOTICIAS

Daniela Rojas: Subcampeona Mundial Sub20 de lucha

La mexicana Daniela Rojas Chávez ganó la medalla de plata en la división de -57kg. del Campeonato Mundial Sub20 de Lucha Olímpica que se realiza en Pontevedra, España. Chávez Rojas es la primera mujer de México que llega a una final de este deporte, en la categoria Junior.


DINASTÍA. Daniela llegó a la lucha por la influencia de su padre, sus tíos y su hermana mayor.

Daniela enfrentó una compleja gráfica. En su primer combate luchó ante la Subcampeona Europea Sub17 Martha Hetmanava y la superó por 8-4. Después le ganó frente a la medallista asiática Nomin Myagmarsuen de Mongolia, por 2-1 y en su tercer ingreso al colchón, Rojas Chávez vivió el enfrentamiento más difícil de su avance, ante la ucraniana Alina Filipovych.


HISTÓRICA. Daniela superó a Filipovych, quien llegó como Campeona Mundial del 2023.

La europea conectó los cuatro primeros puntos y parecía someter a Daniela, pero la mexicana no se desesperó y regresó al colchón en el segundo periodo a dominar el combate ante la vigente Campeona Mundial (ganó el titulo en 2023) y pudo contener a Filipovych para hacerse de dos puntos; con agilidad escapó de una llave que buscaba la europea, para además volver a dejarla boca abajo en el colchón y a falta de 30 segundos logró proyectarla para llevarse el combate por 8-4 y triunfar así ante la favorita de la gráfica.

En la final, Rojas salió en butarga roja ante la japonesa, Campeona Mundial Cadete (Sub17) Sowaka Ushida, quien pronto conectó los primeros 4 puntos. Daniela buscó derribar a Ushida, pero la asiática era veloz y fue por cuatro puntos más ante Chávez. El duelo culminó 2-12 a favor de la asiática que se quedó el oro y Daniela Rojas Chávez esta histórica plata para México, que logró gracias con el apoyo de su padre y entrenador Aaron Rojas.



Daniela se convirtió a sí en la primera mujer de México que llega a una final de Campeonato Mundial Sub20 en Lucha y la quinta persona del país que sube al podio mundial en Lucha Olímpica, en los últimos 25 años.


FUTURO. Daniela busca llegar a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.

Después de Daniela, en el Mundial de Pontevedra 2024, Melanie Jiménez ganó la medalla de bronce en 62kg. Al superar a la estadounidense, Campeona Panamericana Sub17 Cadence Duduch, después a la italiana Immacolata Danise y luego cayó ante la ucraniana, Campeona Europea Sub17, Iryna Bondar -quien al final ganó el oro-, lo que llevó a la mexicana al repechaje donde superó a la azerbaiyana, medallista mundial cadete, Hiunai Hurbanova para subir al podio en tercer sitio.

Antes de Daniela y Melanie, tres mexicanos llegaron a podios mundiales: Areli Pérez Solís, de Oaxaca, que ganó plata en la división de 43kg., en los Mundiales Sub17 de Sarajevo 2015; mientras que Alejandra Romero Bonilla de Hidalgo, ganó bronce en los 59kg. del Mundial Sub20 de Salvador de Bahía 2015.

En la rama varonil han figurado nombres como: el sonorense Ali Soto bronce en los 50kg. estilo grecorromano del Mundial Sub20 de Pattaya, Tailandia en 2012 y a finales del Siglo XX, el Subcampeón Olímpico Daniel Aceves, quien al igual que Bernardo Olvera subieron a podios mundiales juveniles en este deporte.


El bullying trazó el camino

Daniela se inició en la lucha al seguir los pasos de su hermana, Fátima Rojas, medallista en eventos de ciclo olímpico; pero Fátima llegó a este deporte de combate para aprender a defenderse:

En la primaria me hacían bullying intenso, pero inicié a luchar como en 2º de secundaria porque ya tenía más amigos, pero siempre había incidentes de abuso y mis papás dijeron: “¡Ya estamos hartos! Te vamos a enseñar a luchar”. Yo no sabía que mi papá había sido luchador cuando era chico y así empezamos a luchar. Mis hermanas eran chiquitas y ellas como que jugaban pero conforme fueron creciendo, empezaron a entrenar”.

Los sábados y domingos, en el Bosque de Aragón iniciaron las prácticas con su padre y sus tíos; con el paso del tiempo empezó a entrenar con más continuidad, decidió competir y así la familia se abrió camino en el deporte de alto rendimiento.


Mujer y Deporte, REPORTAJES

Las dueñas de la justicia

La paridad de género va más allá de los competidores en los Juegos Olímpicos de París 2024 y abraza hasta los procesos de justicia de las competencias.

Para el Comité Organizador de estos Juegos, con el Comité Olímpico Internacional, es una prioridad darle a la mujer un papel más equitativo en el deporte y así, de 10 mil 500 deportistas que clasificaron a París 2024, la mitad son hombres y la mitad mujeres, para alcanzar por vez primera el 50/50; pero no es solo para aquellas que se encuentran en el epicentro del esfuerzo, también alcanza a aquellas que imparten la justicia.

Las Federaciones Internacionales le han dado prioridad a las mujeres jueces en estos Juegos y por primera vez en la historia de México, el jueceo nacional lleva más mujeres que cubrirán esta función; habrá nueve réferis (ocho de ellas, destacadas jueces) y trabajarán en seis deportes: gimnasia artística, judo, taekwondo, gimnasia trampolín, tiro con arco y fútbol.

Son ellas:

Claudia Esteva. Gimnasia Artística

Claudia es Juez Categoría II. Clasificó como juez a la Gimnasia Artística Femenil. Al colaborar en dos Campeonatos Mundiales, que la hicieron candidata a juez olímpica. La Federación Internacional de Gimnasia evaluó su historial y su desempeño en estos certámenes, acreditó su calidad y objetividad y por ello la invitaron a colaborar en los Juegos de París 2024.


Elizabeth Gonzaléz. Judo

Por 1ª vez una mujer mexicana es juez del judo en Juegos Olímpicos. Es una de los 16 réferis del mundo certificada para trabajar en el tatami del Champ de Mars y una de tres jueces de América Latina, convocados al torneo de París 2024.


Araceli Ornelas. Taekwondo

Solo 26 jueces del mundo trabajarán en el torneo de Taekwondo en el Grand Palais de París 2024 y, después de ser invitada por World Taekwondo al proceso de selección para ser juez olímpica, Ornelas Caballero pasó la evaluación de más de 50 candidatos y es una de las dos mujeres de América Latina que trabajará en los Juegos.


Paulina Nava . Gimnasia Trampolín

Compitió en la extinta Olimpiada
Nacional, en las pruebas de Gimnasia Artística, fue auxiliaar de entrenador, y juez; después se
especializó en el jueceo de las disciplinas de Gimnasia Trampolín. Además de Juez Internacional es entrenadora de seleccionadas estatales.


Guillermina García. Tiro con Arco

Esta joven juez ya tiene experiencias anteriores, pues trabajó en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en los Juegos Para Panamericanos de Toronto 2015. además de los Juegos Paralímpicos de Río 2016. En esta ocasión es Subjefa de Jueces de París 2024.


Katia García. Futbol

En marzo del 2024 se convirtió en la segunda mujer que se desempeñó como árbitra central en un partido de la LigaMx Varonil; también lo hizo en la Copa del Mundo Femenil 2023 y en París 2024 trabajará en sus primeros Juegos Olímpicos.


Karen Díaz. Futbol

Es una de las seis árbitras que participaron en la Copa del Mundo de Qatar 2022 y la única mujer mexicana que trabajó en ese torneo. Debutó en la LigaMX Varonil en 2016. Arbitró en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018; año en que recibió el Gafete FIFA y el Premio Nacional de Deportes.


Sandra Ramírez. Futbol

Tiene 14 años en el arbitraje profesional. Recibió su Gafete FIFA en 2019. Fue convocada para la Copa Mundial Femenina  Sub20 de Costa Rica 2022. Por medio de una llamada telefónica se enteró que sería árbitra asistente en el torneo de los Juegos Olímpicos de París 2024.


Guillermo Pacheco. Futbol

Es árbitro central y árbitro VAR. Debutó en 2019 y recibió su Gafete FIFA en 2021. Ha sido A-VAR en dos finales de Liga MX. Representó a México en el Programa de Excelencia de Concacaf 2018 y ese año fue árbitro central en partidos del Campeonato Masculino Sub-20.


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México: Tiro con Arco va por mejorar su actuación olímpica en París 2024.

México busca una actuación histórica en el tiro con arco de los Juegos Olímpicos de París 2024. Según el entrenador Miguel Ángel Flores, México tiene una nueva generación que puede estar en el podio de la justa.

“La expectativa es buena, el pronóstico es bueno. Se han desempeñado bien hemos visto que se desempeñan bien bajo presión y consideramos que se puede dar un gran resultado. La posibilidad (de ganar medallas) existe, es real y vamos a esperar el momento para que se dé, hemos trabajado fuerte los entrenadores y el equipo multidisciplinario, es un trabajo muy fuerte, tenemos números para pelear y si todo sale bien en el momento correcto podemos esperar grandes resultados”, comentó Flores en entrevista telefónica desde Nimes, Francia, donde la Selección Nacional realiza su último campamento de preparación, previa a los Olímpicos.

México es el único país de América que llega con equipo completo a París 2024, algo que solo siete naciones del mundo lograron en estos Juegos y que nuestro país consuma por tercera vez en su historia (antes en Munich 1972 y Londres 2012), pues cuenta con tres mujeres y tres hombres que competirán en las pruebas: individual y equipo, de cada rama, además de la posibilidad de contender en el equipo mixto.

Figura la sonorense Alejandra Valencia, una de las líderes de la Delegación Mexicana, quien vive sus 4tos Juegos Olímpicos y llega como medallista olímpica de bronce en equipo mixto de Tokio 2020 -al lado de Luis Álvarez-. Valencia Trujillo ganó el año pasado la medalla de plata en la prueba individual, en los Campeonatos Mundiales de Tiro con Arco, además de ganar una cardiaca medalla de bronce en equipo femenil (presea que le dio a México la plaza olímpica), en la que la última flecha se fue a revisión de jueces, en partido contra Países Bajos.

En el equipo clasificaron las atletas de Coahuila: Angela Ruiz y, después de retirarse por más de un año a causa de una lesión, Ana Paula Vázquez.


Desde Nimes, Francia, el entrenador Miguel Ángel Flores habla de las posibilidades reales de México en los Juegos Olímpicos de París 2024.

Mientras que en el varonil, lidera el Subcampeón Panamericano De Santiago 2023 Matías Grande, quien a mediados de junio pasado, al lado de Carlos Javier Rojas y Bruno Martínez Wings, ganaron oro en el Clasificatorio Olímpico Mundial, superando a una de las potencias mundiales: Corea del Sur y en los casos, tanto de Matías como de Bruno, ambos han logrado este año sus mejores scores personales: 695 de Grande y 663 de Martínez Wings.

“El que mejoren sus scores te da un parámetro de lo que puedes esperar a la hora de la verdad. Para muchos, la mayoría, salvo Ale (Valencia) y Ana Pau (Vázquez), todos debutan en Juegos Olímpicos y aquí cuenta el impacto emocional y del escenario; esperemos que reaccionen bien. Nos ayuda que tienen la experiencia de Mundiales y Panamericanos, pero nada te prepara para unos Olímpicos, más que unos Olímpicos”, agregó el entrenador, quien en el campamento en la ciudad francesa afina los últimos detalles del equipo femenil, en conjunción con el técnico Alejandro Vélez, quien dirige al grupo varonil. 

El tiro con arco le ha dado a México tres medallas olímpicas: la plata de Aida Román y el bronce de Mariana Avitia ambos en Londres 2012, con el bronce de Alejandra Valencia y Luis Álvarez en la debutante prueba de equipo mixto en Tokio 2020.

En París 2024, el tiro con arco será de los primeros deportes en iniciar competencias. Un día antes de la Ceremonia de Inauguración, el 25 de julio,  se realizará la ronda de clasificación, la fase más importante de la competencia, en la que cada uno de los 64 arqueros tirarán 72 flechas a 70 metros de distancia de la diana; de acuerdo a la sumatoria que obtengan se establecerá el acomodo del ranking individual y por equipos, además de determinar el ranking en el equipo mixto y éste a su vez determina el orden de los partidos, hasta llegar a las medallas.

El tiro con arco se realizará del 25 de julio al 4 de agosto en la Explanada de los Inválidos y los arqueros mexicanos asistirán a la inauguración de los Juegos, que será la primera para Alejandra Valencia.


REPORTAJES

Herencia deportiva

Katy López / @katilunga

Mientras ellos ya tienen un lugar en la historia deportiva de México, hoy son sus hijos quienes buscan escribir sus propios capítulos; quizás en otras disciplinas y mediante otros caminos, pero algunos «hijos»retoños» de deportistas mexicanos enfrentan sus propios retos por ganarse su propia gloria. Aquí los nombres de diez destacados mexicanos ahora fans de pequeños que de una u otra forma siguen sus pasos.

Saúl ‘Canelo’ Álvarez

En el boxeo ha brillado por más de 10 años el jalisciense Saúl ‘Canelo’ Álvarez, Campeón Mundial unificado en la División de los Supermedianos, hasta convertirse en un referente mundial del deporte de los puños.

Aunque su hija Emily Cinammon se interesó en el deporte, no perfiló por calzarse los guantes, sino por montar caballo. Emily tiene grande grandes cualidades en el deporte ecuestre.


LEGADO. Tal como ‘Canelo’ su hija heredó la pasión por los caballos y eligió el salto ecuestre para desarrollar sus cualidades deportivas.

Si bien, a su padre le gusta coleccionar caballos de alta estirpe, ella encontró allí el primer encuentro para dedicarse a un deporte nuevo en la familia y su mamá la inscribió a clases de equinoterapia; así comenzó su desarrollo en la disciplina de salto, en la que ha representado a México en concursos juveniles en Estados Unidos.



Erick ‘Terrible’ Morales

Mientras el tijuanense Erick ‘Terrible’ Morales conquistó al mundo desde el ring y es el primer púgil mexicano que alcanza títulos mundiales en cuatro distintas divisiones, hoy su hijo ‘Terriblito’ ha firmado con las fuerzas básicas de Xolos de Tijuana y estará en la División Sub18.



El linaje de Erick Jr. en el deporte es basto. Su abuelo materno, Benjamín Mora, fue uno de los más grandes promotores de la lucha libre y posicionó este deporte en Tijuana, Baja California y su abuela materna, Antonieta Mendívil fue parte de la Selección Nacional de Voleibol Femenil que jugó en los Olímpicos de México 1968.

Su abuelo paterno, José Morales, el famoso ‘Olivareros’, fue el histórico entrenador de boxeo que llevó al éxito al ‘Terrible’ Morales; mientras la mamá del joven futbolista, Andrea, también fue seleccionada nacional de voleibol.



Julio César Chávez

El ‘César del Boxeo’, una de las grandes leyendas del pugilismo mundial, dejó una estela en ascenso a los tres escalones del ring para sus hijos Omar y Julio César Jr.



Mientras el segundo hijo de la leyenda, Omar comenzó su carrera profesional a los 16 años de edad (2006) y en el camino ganó el Título Intercontinental Ligero Juvenil del Consejo Mundial de Boxeo (septiembre del 2011). Su última pelea fue en diciembre del 2023, cuando superó por KO al veterano Javier Carrera, en pelea estelar de Culiacán, Sinaloa.



Por su parte ‘Julito’ fue el último rival mexicano que enfrentó Saúl ‘Canelo’ Álvarez, batalla que causó una gran expectativa en 2017, cuando salió con el puño en alto el jalisciense.

Desafortunadamente el Jr. ha pasó por complejos momentos a causa de las adicciones, declaraciones en contra de su padre y al pasar unos días bajo arresto en Estados Unidos, por posesión ilegal de un arma de alto calibre.


Jorge Campos

Mientras el famoso ‘Brody’ brilló por su fluorescente vestimenta y su calidad, enmarcado en las porterías del futbol, su hija Andrea le “rompió el corazón” al ex portero tras confesarle que no estaba tan interesada en el futbol, como en el voleibol, según compartió la jugadora al Chicago Tribune.


En 2017, Andrea Campos apoyó a su equipo a conquistar el título de la Southern Section de División 7 de la CIF , primera vez que la Archer School of Girls logró ese campeonato.

En herencia comparten dos características: quizá ambos no son tan altos, pero ambos tienen una gran elasticidad y capacidad para saltar más alto que el promedio.

Aun cuando es un deporte muy distinto al que Campos practicaba, continuamente aconseja a su hija, la apoya en busca de su sueño y asiste a los encuentros de Andrea…aun cuando eso implique que a veces se robe la atención por el deseo de algunos fans que quieren una selfie.


Hoy, Andrea juega para los Wildcats de Villanova University.


Alejandro Cardenas y Romary Rifka

Alejandro Cárdenas fue famoso a finales de los 90 y principios del Siglo XXI por destacar en pruebas atléticas en las que México no figuraba; mientras nuestro país tenía grandes representantes en pruebas de fondo y medio fondo o en marcha atlética, el sonorense brilló en la prueba de velocidad de 400m y fue la primera persona del país que ganó una medalla mundial en la vuelta a la pista (bronce en los Campeonatos Mundiales de Sevilla 1999).

Cárdenas Robles se casó con la saltador Romary Rifka, única mujer de México que ganó un título continental en el salto de altura de unos Juegos Panamericanos (oro en Río de Janeiro, Brasil, en 2007).



La pareja tuvo dos hijos: Romary y Alejandro, quienes tomaron su propio camino en el deporte: ella juega tenis; mientras el pequeño Alejandro (de 1.93m de estatura) se perfiló por hacer atletismo en la misma prueba que su padre: 400m.


“Una vez mi hijo me dijo: “papá: me gustó sentir la adrenalina, esa emoción de competir, ¿tu crees que yo pueda entrenar?” Así comenzó a entrenar y poco después tuve que entrar yo como su entrenador. Está muy contento, le ha ido bien en los Juegos Nacionales Conade y vamos llevándolo poco a poco (…) desde que conocí a Romary pensaba que la genética de ambos sería muy buena, pero esto es de tiempo de tenerles paciencia porque no por tener papás deportistas ellos tienen que lograr lo mismo que uno, sino que logren lo que les apasiona y gusta y tengan sueños propios”, expresó el ex velocista.


Ivar Sisniega

Antes de ser el 2º dirigente de la Conade, cargo que ocupó durante el sexenio de Ernesto Zedillo (1994-2000), Ivar fue pentatleta y compitió por México en tres ediciones de Juegos Olímpicos; su mejor resultado lo logró en la edición de Los Ángeles 1984, donde terminó en 5º sitio.



Después de dirigir la Conade, fue presidente de Chivas, con Jorge Vergara como dueño del ‘Rebaño Sagrado’; en su etapa, el club jalisciense levantó el título del Torneo Apertura 2006.

Hoy, Sisniega Campbell es el presidente ejecutivo de la Federación Mexicana de Futbol.

El hijo de Ivar, Pablo Sisneiga Fink es portero de futbol y ha jugado en la Major League Soccer (Estados Unidos). Debutó con Los Ángeles FC en 2019, su último equipo en este circuito fue el Charlotte Football Club y por ahora es agente libre.


Sisniega Fink, de 28 años de edad, ha externado su deseo de llegar a la Selección Nacional.


Carlos Mercenario

De entre los casos de herencia deportiva, destaca Carlos Mercenario, el ex marchistas que logró la única medalla para México en los Juegos Olímpicos de Barcenloa 1992, al ganar plata en la extinta prueba de 50km de caminata y quien dejó el deporte como herencia a su hijo Carlos Mercenario Jr.



Dos veces Campeón de la Copa del Mundo de Marcha Atlética (en 20km en Nueva York 1987 y en 50km en San José en 1991) el mexiquense ha entrenado con su hijo para apoyarle a escribir su propia historia; hasta ahora, el joven Mercenario ha sido Subcampeón Panamericano Sub20 (Costa Rica 2019) y 9º en los Campeonatos Mundiales de Atletismo Sub18 de Nairobi, Kenia, en 2017 y busca representar a México en eventos del ciclo olímpico, tal como hizo su padre.


Madaí Pérez

Aún dueña del Récord Mexicano de Maratón (2:22.59, Chicago 2006), la taxcalteca Madaí Pérez es uno de los referentes del atletismo de fondo del país: fue 7ª en el 42k de los Campeonatos Mundiales de Atletismo de Moscú 2013 y Subcampeona Panamericana de esta prueba en Guadalajara 2011, además de subir al podio con la medalla de bronce en el major por excelencia: el Maratón de Boston del 2007 (2:30.16).



Hoy Pérez Carrillo es Directora del Instituto del Deporte de Tlaxcala y ve a su hija Kenia Cuahutle Pérez seguir sus pasos, pues ya compite en las pruebas de medio fondo del atletismo en los Juegos Nacionales CONADE, con el apoyo de su entrenador y padre Odilón Cuahutle, quien también fue seleccionado nacional y representó a México en eventos como los Campeonatos Mundiales de Medio Maratón.



Isaac ‘Tortas’ Bustos

En el gremio de los boxeadores, Isaac Bustos, quien contra todos los pronósticos, en diciembre del 2004 se convirtió en Campeón Mundial paja del Consejo Mundial de Boxeo, al derrotar por KO al tailandés Den Junlaphan.



‘El Tortas’ heredó el gusto por el deporte de los puños a su hijo Isaac Bustos Jr., quien a sus 24 años de edad ya ha participado en funciones profesionales; como amateur dejó un récord de 53 victorias con solo 3 derrotas. Padre e hijo trabajan juntos para ver una nueva generación de la familia Bustos escribir capítulos sobre el ring.



REPORTAJES

100 años de olimpismo mexicano

Las escenas de: un príncipe austriaco con traje de charro en competencia; el perdedor más grande del deporte olímpico invernal, dos mujeres rompiendo añejas reglas; una madre y ama de casa en el podio; o un militar que murió sin saber si fue asesinato o suicidio, son algunas de las historias que se entremezclan con los pulsos del Comité Olímpico Mexicano (COM).

En sus primeros 100 años de existencia, conozcamos curiosidades de su historia y la importancia de París, Francia en el desarrollo del deporte olímpico mexicano.

EL PRELUDIO

Aun antes de que existiera el Comité Olímpico Mexicano, nuestro país ya tenía una historia olímpica por contar.

Paris 1900 fue la primera participación de México en unos Juegos Olímpicos con tres hermanos que además fueron los primeros mexicanos en un podio de los Juegos. Los hermanos Pablo, Manuel y Eustaquio Escandón y Barrios, con el estadounidense William Wright, ganaron bronce en el polo hípico.

Porfirio Díaz era aun presidente de México cuando los hermanos Escandón y Barrios compitieron en los Olímpicos. Eran hijo del empresario Antonio Escandón (quien, por cierto, regaló a la CDMX el monumento a Cristobal Colón que se encontraba en Av. Paseo de la Reforma) un importante accionista en la industria ferrocarrilera que impulsó con gran interés el entonces presidente de México.

En la historia del deporte olímpico mexicano no se contempla este bronce, pues participó un jinete estadounidense y se determinó este logro como ‘medalla mixta’.

Pero después de los hermanos Escandón, hubo una participación mexicana de la que muy poco se sabe, pero que contrasta profundamente con la primera: mientras los Escandón procedían de las esferas socioeconómicas más altas y privilegiadas de México, la segunda Delegación Olímpica Mexicana procedió de una comunidad indígena del norte del país.

En los Juegos de San Luis 1904 se alternaron los Olímpicos con un evento llamado ‘Días Antropológicos’. En ellos por primera vez México compitió en impulso de bala con cuatro representantes de la tribu Cucapah, una comunidad que radica tanto en la zona norte de Baja California y hasta el sur de Arizona.

En aquella edición compitieron, representado a México: el Jefe Pueblo Colorado, Jerry, John Roy y Chizi; quienes compitieron contra atletas de pueblos originarios de otros países; sin embargo, el Comité Organizador determinó ese y otros 11 eventos distintos del impulso de bala como competencias que no ofrecían medalla. Solo la competencia que se hizo casi dos semanas después fue contemplada como el evento oficial que si concedió preseas y donde sólo contendieron siete estadounidenses y un griego. A pesar de ello, México sí tuvo una segunda participación en el entorno olímpico, antes de crear su propio Comité Olímpico Nacional.

LOS INICIOS

En el amanecer del Siglo XX el Comité Olímpico Internacional cumplía 30 años de existencia (se fundó el 23 de junio de 1894) y pocos países, casi todos europeos, hacían quórum para contender en los Juegos.

La situación fue un pretexto para el Barón Pierre de Coubertin -fundador de los Olímpicos Modernos- para enviar a su amigo, Henri de Baillet-Latour, aristócrata belga y vicepresidente del COI, a una gira diplomática y estratégica por América Latina.

El 16 de febrero de 1923 Baillet-Latour llegó a México, acompañado por Miguel Beistegui, embajador de nuestro país en Bélgica, con dos motivos: extenderle al país una invitación oficial para competir en los Juegos Olímpicos de Paris 1924 y difundir el movimiento olímpico al hacer justas multideportivas regionales.

El 23 de abril de 1923 se creó la Sociedad Olímpica Mexicana de la que el poblano y destacado empresario zapatero Carlos B. Zetina fue el primer dirigente y el General Tirso Hernández el segundo al mando.

Los dirigentes del primer antecedente del Comité Olímpico Mexicano se comprometieron a que en 1926 realizarían la primera edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en la Ciudad de México con Cuba, Guatemala y el anfitrión del evento en contienda presente. Esta es la justa olímpica regional más antigua del mundo y en 2023, la ciudad de San Salvador, en El Salvador, recibirá la edición 24 del evento.

PARÍS 1924

Así como en 1900 París fue la primera sede olímpica que vio la participación de México (y su primer ascenso al podio de los Juegos),  en 1924 de nueva cuenta la Ciudad Luz vería el regreso de México a la magna justa de verano, para no ausentarse nunca más, pues desde París 1924 hasta Tokio 2020 el país ha estado siempre presente en estos Juegos.

Desde los hermanos Escandón, hasta la edición de la capital nipona de Tokio 2020, nuestro país ha visto a mil 792 atletas competir en unos Juegos; pero, después de tocar un escenario olímpico ¿cuál es el destino? De esto nos habló el único medallista olímpico mexicano de lucha Daniel Aceves, quien ganó medalla de plata en lucha grecorromana de Los Ángeles 1984.


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Medallas olímpicas ha ganado México entre Paris 1924 y Tokio 2020

UN PREMIO AL COM

En 1962, cuando José de Jesús Clark Flores ejercía su segunda dirigencia (no continua), en el Comité Olímpico Mexicano, este organismo recibió el Trofeo Conte Alberto Bonacossa, un reconocimiento concedido desde 1954 por el Comité Olímpico de Italia, en honor al Conde Alberto Bonacossa, quien fue miembro del Comité Olímpico Internacional.

El premio se le concedía al Comité Olímpico Nacional que rindiera más esfuerzos en beneficio del Movimiento Olímpico. La última vez que se entregó fue en 1974.

Venezuela (1959), México (1952) y Ecuador (1967) fueron los únicos organismos latinoamericanos que fueron galardonados con este trofeo.

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Mexicanos han competido en alguna disciplina del atletismo en Juegos Olímpicos; el gremio Olímpico más grande para el país 

MÉXICO COMO SEDE

Un año después de recibir este reconocimiento, José de Jesús Clark Flores impulsó la idea de ver a la Ciudad de México como la primera capital latinoamericana sede de unos Juegos Olímpicos. Con el apoyo del presidente Adolfo López Mateos, se publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto presidencial para autorizar al Departamento del entonces Distrito Federal y a la Secretaría de Educación Pública a gestionar la candidatura que se ganó el 12 de octubre de 1963, para recibir la XIX Olimpiada en 1968.

México no solo fue la 1ª sede olímpica latinoamericana, fue además la primera del mundo con una altitud a más de dos mil metros sobre el nivel del mar; situación que continuamente reprocharon los delegados de países europeos, pues ese factor resultó en condiciones difíciles para las pruebas de resistencia (como el maratón), pero a la vez fue una característica idónea para las disciplinas anaeróbicas (como las pruebas de velocidad o las pesas).

La justa se realizó en el sexenio siguiente bajo la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz y entre condiciones socio políticas de altos contrastes entre capitalismo y socialismo, grupos estudiantiles y autoridad; esta tensión decantó en ver, diez días antes de la inauguración de los Olímpicos, la matanza de integrantes del Movimiento Estudiantil en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, al norte de la Ciudad de México.

Pese a beneficios y adversidades, México 1968 es recordado por ser una de las ediciones más innovadoras de todos los tiempos y la última en donde reinó un espíritu de hermandad y pacifismo, pues a la siguiente edición, en Munich 72, se dio el ataque terrorista a la Delegación de Israel.

De entre las historias extraordinarias que nacieron en México 68, destaca dos: la protagonizada por el último hombre en cruzar el maratón olímpico:

Pero también la expresión de lucha sociopolítica en el podio olímpico, con el Black Power presente y un hombre blanco que se solidarizó con su lucha:


LOS MÁXIMOS

En los más de 100 años de historia olímpica mexicana, nadie ha podido igualar lo hecho por el jinete chihuahuense Humberto Mariles (1913-1972) quien es hasta ahora el mexicano más exitoso en Juegos Olímpicos, pues ganó dos medallas de oro y una de bronce en una misma edición de los Juegos: Londres 1948; dos de ellos con su eterno y querido compañero ‘Arete’; aquí la historia del binomio más glorioso y malquerido del deporte mexicano:

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Medallas ha ganado México en deportes de conjunto: bronce de basquetbol en Berlín 1936, oro de futbol en Londres 2012 y bronce de futbol en Tokio 2020.

Pero después de Mariles, en cantidad de medallas totales, sin importar el color, el líder es el clavadista capitalino Joaquín Capilla (1928-2010), quien ganó cuatro medallas, una de ellas de oro.

Mientras la mujer más exitosa del país es la taekwondoín sinaloense Maria del Rosario Espinoza, con tres preseas que ganó de forma consecutiva, una de cada color: conquistó oro en Beijing 2008, bronce en Londres 2012 y plata en sus últimos Juegos Olímpicos, los de Rio 2016.

LA MUJER MEXICANA

La primera como referente en la historia del deporte olímpico es la esgrimista Eugenia Escudero (1914-2011), quien fue la primera mujer del mundo en portar la Bandera Nacional en la ceremonia de inauguración de unos Juegos Olímpicos, durante la décima edición de Los Ángeles 1932.

De 73 atletas mexicanos que compitieron en esos Juegos, solo dos eran mujeres, una de ellas fue la lanzadora María Uribe Jasso y la otra Eugenia Escudero, cuyo padre fue maestro de armas del Colegio Militar y uno de los impulsores de este deporte de combate en México.

Eugenia tenía 17 años cuando abanderó a la Delegación Olímpica Mexicana de 1932 y días después participó en las clasificatorias y fue eliminada en la 1ª ronda del florete, para ser la primera mujer de México en la esgrima olímpica.

Otra fue la famosa velocista Enriqueta Basilio, 1ª mujer del mundo en encender un pebetero olímpico, durante los Juegos de México 1968. Aunque su carrera deportiva no fue tan destacada, Basilio y su buena condición para subir los 93 escalones hasta el pebetero del Estadio Olímpico Universitario, la pusieron en el reflector social y aprovechó la posición para darle un mejor lugar al deporte, a la mujer y al Movimiento Olímpico.

Otra importante mexicana fue esposa, madre y ama de casa; después de cumplir con los compromisos sociales de la época se convirtió en la primera mujer de México que ganó una medalla olímpica; ella es Pilar Roldán y esta es su historia:

De los momentos históricos para las mujeres mexicanas en unos Juegos Olímpicos destaca el logro de Aída Román y Mariana Avitia, pues en Londres 2012 no solo le dieron a México sus primeras medallas olímpicas en tiro con arco; además fueron las primeras mujeres del país que ascendieron a un mismo podio juntas.

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Medallas para México se han ganado en clavados; 13 en boxeo y 11 en atletismo y en este último deporte, Raúl González es la única persona de México que ha ganado dos medallas en una misma edición: oro en 50km y plata en 20km en Los Ángeles 1984.

HISTORIA EN HIELO

La nieve podrá derritirse, pero la historia escrita en ella permanece y para México también cuentan los capítulos escritos entre el frío.

México tuvo su primera incursión en Juegos Olímpicos de Invierno en St. Mortiz 1928 con un equipo de bobsleigh conformado por: Lorenzo Elízaga, Mario Casas, Genaro Díaz, José Díaz e Ignacio de Landa. Ellos lograron mejor participación del país en esta versión de los Juegos, hasta hoy en día, al terminar en el sitio 11 de 22 equipos.

Fue a mediados de los 80 cuando un príncipe austriaco llevó en manos la Bandera de México para competir en el esquí alpino: Hubertus von Hohenlohe (1959-), hijo del Principe Alonso von Hohenlohe y la Princesa Ira von Fürstenberg, quien rerpresentó a nuestro país en seis ediciones Olímpicas de Invierno: Sarajevo 1984, Calgary 1988, Albertville 1992, Lilehammer 1994, Vancouver 2010 y Sochi 2014.

Hubertus nunca ganó una medalla, pero siempre lució por sus trajes de competencia únicos, con la representación de México en ellos. Fundó la Federación Mexicana de Esquí, fue presidente del organismo y aún después de retirarse, se encargó de diseñar y manufacturar el uniforme de las Delegaciones Mexicanas que compitieron en  Pyeongchan 2018 y Beijing 2022, además de mantenerse como un mentor para las nueva generaciones de alpinistas mexicanos. 

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Apariciones ha tenido México en Juegos Olímpicos de Invierno, participando en seis deportes: esquí alpino, bobsleigh, cross-country, patinaje artístico, skeleton y esquí en estilo libre

En la edición de Calgary 1988 no solo compitió Hubertus, además en esos Juegos debutó la primer mujer mexicana: la jalisciense Diana Encinas, quien compitió en el patinaje artístico.

Entre las historias curiosas, en aquellos Olímpicos canadienses, en una camioneta sin calefacción llegaron también a Calgary los hermanos jaliscienses Roberto, Jorge, José y Luis Tamés Perea para competir en bobsleigh, en trineo para dos personas; procedentes de un país sin infraestructura de entrenamiento, las duplas terminaron en los sitios 36 y 37 de 41 participantes.

Hasta el día de hoy, Luis ‘El Cuaz’ Carrasco es el único atleta de México que ha clasificado a uno de los eventos más arriesgados y con una de las clasificaciones olímpicas más complicadas: el skeleton. ‘El Cuaz’ compitió en los Juegos de Salt Lake City en 2002 y se mantiene activo en la práctica de deportes como las disciplinas ecuestres.

En la historia más reciente, dos mexicanos acapararon el escenario en los Olímpicos de Invierno. El primero fue el queretano Germán Madrazo, quien con sus propios medios se sumó a un exótico equipo de países con poca o nada de nieve: el venezolano Yonathan Fernández, el tongano Pita Taufatufoa y el mexicano Madrazo.

Para ninguno fue fácil llegar con sus propios recursos, pero juntos compitieron en Pyeongchang 2018.

Después de meses de preparación y competencias continuas, para Germán -que entonces tenía 43 años de edad y pocos años de aprender a esquiar- fue especialmente complejo competir en los 15km del esquí nórdico olímpico y llegó en último sitio de 112 competidores; sin embargo, sus compañeros de equipo Pita y Yonathan, más esquiadores de otros países sin nieve, lo recibieron como su hubiese ganado una presea: la de sus propios reto y adversidades.

Cuatro años después tocó turno a Donovan Carrillo, el jalisciense que rompió con una sequía de 30 años sin ver a un mexicano en el patinaje artístico olímpico y quien en los Juegos de Beijing 2022 se convirtió en el primer mexicano en clasificar al programa largo de la justa.

Con el apoyo del entrenador Gregorio Núñez, Donovan no solo demostró que, pese a entrenar en una pista recreativa sin las dimensiones oficiales y pese a no contar con un amplio equipo de patinadores competitivos en eventos internacionales, él podría contender ante los mejores del mundo y ante el nivel de exigencia de los jueces. 

Donovan, quien además fue abanderado de la Delegación mexicana, fue el único patinador que presentó programas con acompañamiento que no emergiera de la música clásica y, por medio de su ejecución, portó el orgullo latinoamericano sobre el hielo.


Estos y muchos más pasos son los que México ha dado en las atmósferas olímpicas. Hoy en su primer centenario, el COM es dirigido por primera vez por una mujer: la ex clavadista y medallista mundial Marijose Alcalá, quien en el verano de este 2023 verá su primer reto en un escenario deportivo, tanto en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, como en los Juegos Panamericanos De Santiago de Chile; además de preparar las logísticas de la Delegación Olímpica Mexicana que competirá en los Juegos de Paris 2024 y entre ello, lidiar con los conflictos que algunas Federaciones Deportivas Mexicanas (Ciclismo, Atletismo, Deportes Acuáticos, Tiro con Arco) tienen con sus respectivas Federaciones Mundiales, las diferencias con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte o la creación de estrategias para la captación de recursos.

Pese a estos u otros obstáculos en el camino, más y más nombres seguirán sumando sus historias a los pulsos del Movimiento Olímpico Mexicano, para inspirar, alentar y llenar de energía a un México cada día más escéptico pero también más ávido de figuras que iluminen los caminos hacia nuevos retos por conquistar.

Historias aleatorias

Una vida de películas

La mesita de centro, en casa de mi abuelita Elvira, era de cristal y una vez aproveché ese estratégico factor para agacharme y ver hacia dónde rondaba la mula de 6/6 mientras mi abuelito Jesús hacia la sopa del dominó, pero mi descarada jugarreta duró muy poco y, tras darme un coscorrón, me miró indignado -casi diría que iracundo- y dijo: “¡Eso NUNCA se hace! ¡Nunca lo vuelvas a hacer!”.

Los nudillos son articulaciones muy duras ¡pero mi abuelito los tenía aún más! Con ellos podría convencer a quién fuera de desistir de cualquier cosa…y claro que le hice caso.

Entonces yo tenía ocho años y mi hermanita seis. Sin subestimar nuestra edad y con mucha paciencia, mi abuelito dedicó muchas tardes y noches a enseñarnos a jugar dominó: aprendí a leer el juego del rival, a ‘ahorcar’ mulas, a cerrar juegos. ¡Me encanta el dominó! Pues, aunque las fichas llegan a tus manos al azar, gracias a mi abuelito aprendí que la astucia y el intelecto pueden hacer que una mula blanca sea tu Jugador Más Valioso. Entonces apostábamos frijoles o habas como si fueran monedas de oro.

Luego vino el póker. Donde la suerte cobra aún más peso. Mientras barajaba las cartas, mi abuelito me contaba cómo, en una tarde de pocos fondos y mucha suerte, ganó un juego con par de 2, la siguiente ronda con tercia de 2 y la última, por increíble que fuera, con póker del mismo número. El 2 era su número favorito. El día 2 del mes de junio fue en que nació y el 21 le gustaba más porque fue su año de nacimiento.

Hoy entiendo que mi abuelito aprovechó estas tardes y noches de juego para llevarme más allá de la diversión del póker o del dominó. Jugándonos legumbres, entre cartas o fichas, mi abuelito me recordaba algún episodio de su historia.

Mi abuelito Jesús era carpintero y al fondo de la casa guardaba -en grandes cajas de madera que él mismo fabricó- la herramienta con que trabajó por más de cuatro décadas. Tenía: serruchos, seguetas, pulsos, flexómetros, martillos, formones, cepillos, clavos de todas medidas…como si tuviera su propia tlapalería en casa.

Nació a inicios del siglo XX, cuando México se encontraba con sus primeros respiros pos revolucionarios. Al terminar la primaria, su padre Clicerio lo llevó a trabajar con un tío suyo en la industria de la construcción, después fue con otro tío que era ebanista y tras conocer los finos detalles para hacer de la madera una obra de arte, buscó su propio camino y se hizo carpintero en filmaciones ¡y vaya momento que le tocó vivir: la Época de Oro del Cine Mexicano!

Se diluía la década de los 40 cuando mi abuelito, desde su trinchera, sumó su esfuerzo para dar luz a la cinta de celuloide.

“Y si te decían que debías hacer los muebles, ventanas, barandales de toda una casa, así se hacía. Antes se grababa toooodo en estudio, ahora nomás rentan lugares…yo aprendí a trabajar a detalle y cuando empecé en las grabaciones quería hacerlo fino, bien medido y me decían: ‘¡no’mbre si aquí es a puro serrucho y clavo!’”

Trabajó en los Estudios Tepeyac, los Estudios Clasa y los Estudios Churubusco. Fue en los primeros donde tuvo un encuentro que marcó su vida.

“Nos llamaron a empezar una película nueva y allí vaaaamos toda la Unidad. A la hora de comer, vi a uno de los compañeros ahí solito, ni quién le invitara un taco y le digo: “¿no quieres venir con nosotros? Vamos a una fonda acá al lado”. Y sí, si quiso…Total que comimos rápido para irnos a jugar frontón y le digo a la señora de la fonda: “lo de él me lo apunta a mi por favor” y ya, él se quedó allí comiendo.

“Ya cuando regresamos a los estudios me quedé pálido de la regadooota que acababa de hacer: había invitado al actor principal de la película, ¡era Pedro Infante! Pero como estaba vestido de carpintero, yo no sabía que era él. Me acerque y le dije: “oiga: dispénseme por favor por haberlo llevado a ese lugar. ¡Yo no sabía quién era usted!”, me agarró del hombro y me dijo: “no’mbre no me diga eso, ¡que eso nomás lo hacen los amigos de verdad!””.

Mi abuelito reía como si ese mismo día hubiese pasado aquel encuentro. Desde entonces se hizo buen amigo de Pedro Infante. Él le pidió a mi abuelito que le enseñara al menos a usar algunas herramientas para interpretar a ‘Pepe ‘El Toro’ en Nosotros los Pobres, película en la que trabajó mi abuelito y también colaboró en sus dos secuelas. Para practicar carpintería, mi abuelito le fue diciendo a Pedro cómo hacer un cajoncito de herramienta que el actor creó.

“Y luego que a Pedro nunca le gustó que usaran dobles para él. Una vez allá por Bellas Artes, Don Ismael (Rodríguez, director de estas cintas) nos mandó buscar personas que se parecieran a él para hacer una escena en la que se tenía que colgar de la orillita de un edificio muy alto, no’mbre ¡cuando se entera Pedro que se enoja! y ¡que se cuelga solito de la azotea! “¡Para que vea que lo puedo hacer yo solo!”, le dijo a Don Ismael…jaja. ¡Era tremendo ese Pedrito!”.

Para ‘Nosotros los Pobres’, mi abuelito debió entrar al Palacio Negro de Lecumberri, pues nuestro protagonista, Pepe ‘El Toro’, fue encarcelado injustamente y allí encontraba al verdadero culpable de su desdicha. Según el guión, Pepe El Toro’ y ‘El Tuerto’ pelearían hasta que el malvado villano perdería un ojo…pero llevar la escena a la realidad era difícil.

“Entonces no existía el Departamento de Efectos Especiales, ni nada de eso ¡apenas teníamos maquillistas! Y a Don Ismael le gustaba mucho hacer una escena desde muchos ángulos, por eso tenía que quedar perfecto por cualquier lado. Estuve piense y piense cómo le haría…hasta el señor Arriaga (que interpretaba a ‘El Tuerto’) me preguntaba que cómo le iba a hacer, que si le iba a doler jaja…Total que dije: “¿y si se pelean y Pepe ‘El Toro’ le rompe una silla?” Así, en la pata de la silla le podía a hacer un huequito. Le eché salva y con un botoncito ya salía toda la dizque sangre, pero luego el problema era el ojo ¿cómo hacer un ojo? ¡Pues con un ostión!”.

Así lo hizo y surgió una de las escenas que para esa época causó asombro…¡y terror!

Mi abuelito trabajó en Lecumberri, hasta que uno de los presos le dijo: “usted se parece mucho al que me puso aquí, así que si lo vuelvo a ver ¡lo mato!”. La producción decidió que mejor ya no se presentara, al fin ya habían grabado la parte en que él era más necesario.

Al final, la película fue multipremiada y también el director. Mi abuelito me contó que en una de varias galas, fue el propio Pedro Infante quien se levantó de su mesa para ir por mi abuelito y presentarlo con los directivos que celebraban la película y le felicitaron ese ingenioso efecto.

A la siguiente cinta ‘Ustedes los Ricos’, tuvo que hacer un incendio controlado, en el que ‘Pepe El Toro’ llora amargamente la muerte de su hijo. Mi abuelito dice que todo el set terminó llorando con Pedro Infante y al finalizar la escena, le preguntó: “Oye: ¿cómo le hiciste para llorar tanto?”. Infante le confesó que recordó cómo, cuando era pequeño, en su natal Sinaloa, le pagaban un centavo por cada cubeta de agua que sacaba de un pozo y eso le causaba mucha tristeza.

Después de muchos años de amistad, Pedro Infante ya sabía cómo eran los ritmos de las producciones: meses enteros de arduo trabajo y otros meses sin ningún ingreso. En alguna ocasión sin filmaciones, mi abuelito y Pedro se encontraron entre los foros de los Estudios Churubusco y tras preguntarle cómo estaba, mi abuelito le comentó que tenía meses sin sueldo.

– ¡Pos vente a hacerme la carpintería de mi casa de Cuajimalpa, Colorado! (así le decían a mi abuelito, que siempre llevaba camisas rojas al trabajo).

– ¡Órale, ya vas!

– ¡Ya estás! Mañana va mi hermano por ti a tu casa.

“Total que nos despedimos y cuando nos fuimos alejando me quedé pensando ‘bueno ¿pero y a dónde va a ir por mi Pepe? Volteo y le grito: “¡Pedro! ¡Déjame te doy la dirección de mi casa!” ¡Y que se me queda viendo! Saca de su pantalón un cuadernito, pasa las hojas y empieza a leer: “Jesús Cedillo, nacido el 2 de junio, vive en Calzada de Tlalpan…”, jeje. Así era ese Pedro”.

Mucho tiempo trabajó mi abuelito en los detalles en madera de su casa. Hasta un día de abril que Infante se despidió porque viajaba hacia Yucatán, tripulando su propio avión y no volvió a verle nunca. Sé cuánto le extrañó hasta los últimos días de su vida.

Pedro fue su amigo de verdad, pero continuamente mi abuelito pudo trabajar con muchos grandes actores. Me contaba cómo Germán Valdés ‘Tin-Tán’ desesperaba a los directores porque se inventaba los guiones, mucho veces ni leía lo que venía escrito y empezaba a improvisar sobre la marcha. Cómo era difícil aguantarse la risa cuando Cantiflas salía a escena, el duro carácter que tenía Emilio ‘El Indio’ Fernández o lo hermosa y altiva que era María Félix, pero a la vez atenta y en ocasiones simpática; me contó que en ‘La Diosa Arrodillada’ la producción paró una semana porque Félix se había ido a Acapulco.

O como, durante la grabación de Macario, sus manos, con muchas otras, prendieron las velas de una escena icónica. “Uuuh y no sabes la lata de andar prendiendo unas y que se apagaran otras. ¡Vieras cómo fue eso de revisar que no entrara un aire que apagara un lado!”.

Golpe de suerte

Además de crear muebles y escenografías, mi abuelito ayudaba a vestir los sets, ambientarlos e iluminarlos. Alguna ocasión, con la unidad donde trabajaba, debieron levantar una pesada estructura que sostenía las lámparas.

“En la Unidad América contábamos 1-2 y en el 3 ya levantábamos, pero en esa Unidad que me llamaron contaban 1-2-3 y luego levantaban y yo pues acostumbrado, que levanto antes que todos y ¡que me lastimo la espalda! No’mbre ya no podía hacer nada que nomás me agachaba y ya me quedaba ‘en escuadra’ todo el día”, me contaba mi abuelito, mientras -no sé por qué- yo reía a carcajadas al escucharlo.

Así estuvo mucho tiempo, hasta que el doctor le dijo que debía entrar a quirófano, cosa que haría tan pronto culminara otro rodaje…pero el destino tenía otros planes.

“Estábamos en la tramoya y le grité a un compañero que me aventara unas gasas para ponérselas encima a las lámparas, pero las aventó en recto, no hacia mi y cuando me acerqué para agarrarlas ¡que me caigo! Nomás escuché como por ahí alguien gritó “¡YAAAA SE CAYÓ EL COLORADOOOO!” Pero yo en el aire iba pensando “ahorita me doy la vuelta y en vez de cabeza voy a caer de pie y sí, sí caí de pie ¡pero con los puuuuuuros talones! Nooooo’mbre se me hincharon los pies ¡los tenía negros!

“Total que ya…me pusieron de incapacidad y un día que el doctor me dice “Oye Colorado: ¿Cómo te has sentido de tu espalda?”. “Pues bien si aquí acostado ni modo que me dé algo”. Nomás por no dejar, el doctor me sacó una radiografía y me dice: “No me lo vas a creer, pero con ese golpecito que te diste te acabas de acomodar el disco de la espalda y ya no vas a necesitar cirugía”. ¿Tu crees?”.

Nueva etapa

Me sobran anécdotas y me falta espacio para hablar de mi abuelito. Por muchas décadas vivió las más curiosas experiencias detrás de escena en filmaciones como ‘Los Tres García’, ‘Ahí está el detalle’, ‘Una familia de tantas’ o ‘A toda máquina’.

La Época de Oro del Cine Mexicano fue también su etapa de esplendor, pero con el ocaso de esa era, llegaron a México las producciones estadounidenses y mi abuelito comenzó una nueva fase de trabajo con actores como: James Stewart, uno de los 50 artistas más célebres del cine estadounidense, Peter O’Toole y Audry Hepburn, con quienes trabajó en ‘The Unforgiven’, con Gregory Peck en ‘Gringo Viejo’, el guapísimo Rock Hudson con el que grabó ‘El último atardecer’ o también con el señor John Wayne, quien hizo especialmente en Durango una destacada carrera en el cine Western.

“Una vez vino a hablar conmigo: “¿Oie Coloradou, tú por qué decirme Juanito?” “¡Ay ¿como que por qué?! Pues porque estás bien chaparrito!” Jaja. ¡Le faltaba el centímetro para los dos metros!…Era a toda ley ese Juanito. Cuando acabábamos de filmar mandaba hacer unas botellas de tequila grabadas con el nombre de la película ¡y nos regalaba a todos! Nos invitaba a una gran fiesta por el cierre de producción, no solo a los actores ¡a todos parejo!”.

Mi abuelito hizo entonces hasta réplicas de artículos de tribus Cherokees, Apaches, Suix o Cheyenes que aparecían en estas filmaciones.

En otra ocasión, se fue a Acapulco a trabajar en la película Rambo, con Silvester Stallone. “¡Ese señor traía como siete extras! A mi me habían encargado todo el departamento de armas y así las tenía bien apiladitas: rifles, pistolas, balas por calibre…todo de salva, claro, pero un día ¡que me roban un rifle! Ya luego lo encontramos por allá en un pueblo que se lo había quedado un carnicero y nos lo devolvió”.

Después de más de 40 años dedicados a crear los trucos de magia detrás de las películas, mi abuelito se jubiló cuando yo era pequeña, pero seguía yendo a los Estudios Churubusco a ver a sus amigos y muchas producciones le seguían llamando a trabajar. La última en que lo hizo fue Titanic. En los Estudios Churubusco crearon todo el set del barco: duelas, comedores, sillas, relojes, barandales y, como si fuera un rompecabezas, mandaron las piezas hacia Rosarito, Baja California, para ensamblar, instalar y equipar todo allá.

Ahora entiendo que aún jubilado mi abuelito regresaba a los Estudios Churubusco a crear la magia detrás del celuloide. Su taller era ese sitio donde nacían los encantamientos que sumados a muchos más esfuerzos creaban historias fantásticas e icónicas. Ese taller estuvo donde se encuentran ahora los jardines del Centro Nacional de las Artes. De niña lo acompañaba ocasionalmente allí, ahora que regreso encuentro los árboles que eran tan pequeños como yo y ahora son gigantes que acaricia el viento.

Ojalá mis dedos fueran a la velocidad de mis recuerdos con todas las historias que me contaba mi abuelito. Veíamos los partidos de Grandes Ligas o las películas en las que trabajó y de nuevo pensaba en esas anécdotas….aún lo hago.

Muchos años antes de iniciar el alto rendimiento como tahúr infantil, mi abuelito fue mi segundo Mejor Amigo. No es a razón de un ranking, así fue el orden de aparición en mi vida: primero conocí a mi Papito y después a mi abuelito y sé muy bien que él también me veía así. No asumía ser mi maestro, ni mi autoridad, él en verdad quería ser mi amigo.

Si algo nos unió aún más fue ese amor que ambos tenemos por el chocolate. Mi abuelito podía gastar toda su pensión en comprar chocolates que después guardaba en un lugar secreto y cuando menos lo esperábamos, nos compartía de su tesoro a mi y a mi hermanita.

Y volviendo a los coscorrones que daba mi abuelito si hacíamos trampa en el poker o en el dominó: si, eran duros, pero nuestras venganzas eran dulces. Por las noches, mi hermana y yo fraguábamos planes perversos y le llamábamos con el pretexto de que nos ayudara a resolver algún problema. Cuando entraba al cuarto en que estábamos en casa de mi abuelita, salíamos de nuestros escondites para pegarle con nuestras muñecas…pero las cosas no se quedaban así: el aprovechaba nuestro sueño para tomar prestados los zapatos de mi abuelita y darnos taconazos en las rodillas. Claro que respondíamos con una lucha que mas bien parecía como si dos umpa-lumpas quisieran derribar a un gigante.

“¡Pero cómo pues Jesús! ¿¡Cómo estas jugando así con estas niñas! ¡Si no tienes cinco años!”, le decía mi abuelita al descubrirlo…al final creo que no le importaba el regaño, la ‘vendetta’ había sido saldada.

Al crecer dejamos de jugar tan pesado y nos quedamos con el beisbol, las partidas de pocker o dominó, con las apuestas de frijoles o habas y especialmente con las películas y los chocolates.

Mi abuelito se fue un 2 de noviembre, justo medio año después de cumplir 94, en un día 2, su número favorito y a veces pienso que aprovechando el viaje pues el 2 de noviembre es la última fecha para conmemorar el Día de Muertos en México, así que los que vinieron de visita: mi abuelita Elvira, su papa Cliserio, su mamá Agapita, su hermano Nicolás y muchísimos otros, le llevaron.

No voy a negarlo: me dolió perder a mi amigo. Se fueron los coscorrones y los juegos de poker o dominó, pero a diario lo recuerdo. Siempre hay una frase, un momento, una historia, una película que se entremezcla en mi presente.

Hasta siempre, querido mejor amigo.

Los chocolates siguen siendo siempre a tu salud.

Mujer y Deporte, REPORTAJES

Maratón de Nueva York: Una conquista a ciegas.

El húmedo aroma del bosque se entremezcla con la fría mañana y Martha ya acumuló más kilómetros en las piernas. Será la primera mujer ciega de México que corra el Maratón de Nueva York y se alista para hacer de lo inédito, algo extraordinario.

“Esto es algo que puede hacer visibles tres condiciones que vivo: la discapacidad, mi género y mi edad porque a mis 58 años me animo a hacerlo. ¿Qué necesito? Entrenar: lo estoy haciendo, recursos: los estamos buscando, con eso lo voy a lograr y qué mejor: ¡representando a México!”, comparte Martha Beatriz tras culminar el entrenamiento en el Bosque de Chapultepec, algo que en su vida, antes de llegar al gremio de la discapacidad, no hizo nunca.


“Tengo 14 años en la discapacidad y anteriormente yo no corría, pero al verme sin hacer nada mi condición de salud era muy deplorable; empecé a correr y a sentir mejoría en mi cuerpo: hoy no tomo tantos medicamentos, he bajado de peso, he encontrado amigos y muchas disciplinas que puedo hacer. ¡El ejercicio me fortalece tanto!”, agregó López Vértiz, quien lleva una playera amarilla con el letrero ‘corredor ciego’ para ser visible y considerada por aquellos que también entrenan y sí pueden usar su vista.

Hace más de 35 años que Martha lidia con artritis reumatoide. Al detectar esta enfermedad crónico degenerativa recibió un tratamiento que debilitó su vista hasta que la perdió por completo.

“Fue algo paulatino…y digo: no fue por mi causa y nadie somos ajenos a que nos suceda. Perder la vista fue muy complicado porque en tu vida normal lo tienes todo y de pronto todo se va: trabajo, amigos, dinero”, compartió Martha con la voz entrecortada ante la impotencia de saber cómo todo lo que un día tuvo esfurmó. “Pero no me quedé a esperar nada. Quería seguir creciendo a pesar de todo. Entré a la Escuela Nacional para Ciegos, me rehabilité, conocí a muchas personas, vi que no era la única y estudié tres años, ahora soy Técnico en Masoterapia”, explicó la maratonista queda va por su segundo camino académico pues estudia en la Universidad Nacional Autónoma de México la carrera en Trabajo Social.

“No solamente quiero crecer en lo deportivo, también en lo educativo. He tomado muchos cursos de todo relacionado a la discapacidad no solo lo visual sino en todas las condiciones y sé que puedo aportar a empatizar y mejorar la calidad de vida de quienes tienen discapacidad. Curiosamente estudiar una carrera es algo que no había podido lograr antes y hoy lo hago con esta condición y a esta edad”, comparte orgullosa y sonriente la maratonista, que hizo de una dura pérdida su mayor motivo para reinventar su vida y hacer hoy más de lo que hacía 14 años atrás.


“A veces te sientes culpable de adquirir tu condición, pero me di cuenta que no es así. Espero que las personas puedan ser más sensibles con la comunidad porque no tenemos la vida comprada, cualquiera en cualquier momento puede llegar a la discapacidad y si alguien llega, hay que aprender a vivir y a superar; aprender que con lo que tenemos podemos hacer lo que deseamos”

Martha López
Maratonista ciega

Aprender a correr sin ver fue un reto que rompió las barreras de todos sus límites. “Al principio tenía temor y decía: «¿cómo voy a correr si caminar en la calle me cuesta mucho?» Empecé caminando con miedo, pero aquí Halcones me ha dado mucha seguridad y fortaleza, ya he hecho carreras desde cinco kilómetros hasta maratón, he encontrado amigos, oportunidades de todo lo que puedo hacer y darme cuenta que no debo ponerme límites de ningún tipo: ni condición de discapacidad, ni edad, ni género, lo que sea que yo quiera ¡lo puedo hacer!”, agregó.

Pero el camino ha sido más complejo que dominar sus propios temores. Martha ha superado además la pesadumbre de los prejuicios. 

“En mi casa hay ese tabú. Mi madre dice ‘¿pero por qué te vas a salir? ¿por qué te arriesgas?’ Pero es que no puedo encerrarme sin hacer nada. Hay mucho que deseo hacer: ya anduve en bici por 14 días desde Baja California a Baja California Sur; hace dos años anduve en motocicleta un mes por 19 estados de la República, ya hice un duatlón y me preparo para un triatlón. De niña no tuve una bicicleta propia, pero ahora quiero comprarme una bici tándem y en especial quiero demostrarle a mi familia que lo puedo hacer, ¿me voy a caer? si, tal vez ¿me voy a levantar? Seguro que me voy a levantar. No pasa nada”, agregó la aventurera que tocará el asfalto neoyorquino el 7 de noviembre próximo, en busca de conquistar sus calles con su esfuerzo y abrir las puertas de la confianza para quienes llegan a la discapacidad y creen que lo han perdido todo.

“Sueño con llegar a la meta. Pisar Nueva York es algo maravilloso, pero cruzar una meta con tanta gente, con el equipo que llevo, con el acompañamiento que tengo: mis guías, mis amigos que está al pendiente, llegar a la meta va a ser un sueño logrado. Solamente faltan un poco de recursos y un poco de entrenamiento pero lo demás está puesto para seguir yendo pa’ delante”, garantizó sonriente la mensajera de una esperanza ilimitada y retos inagotables.


Halcones del Asfalto

Martha entrena con el Club de Corredores Halcones, que vincula a personas con discapacidad visual (desde debilidad hasta ceguera total) con voluntarios que desean apoyarles en construir metas sobre el asfalto: desde tener la confianza de caminar 500 metros sin un bastón, hasta competir en eventos de 42 kilómetros.

“Uno de los principales valores que tenemos es el de al confianza, que se va construyendo con entrenamientos, asistencia, interacción.Una persona con discapacidad visual va a confiar en ti desde para caminar un kilómetro sin usar su bastón, hasta para correr durante 42 kilómetros, te conviertes en sus ojos y tienes que trabajar en construir confianza y este vínculo es muy poderoso”, explicó Teresita Robledo, coordinadora de Halcones México, que hoy, además de apoyar a atletas con discapacidades visuales, también recibe a personas con otras condiciones discapacitantes.

“En el camino fuimos aprendiendo que cuando eres guía entiendas que la discapacidad no define a una persona, pero sí tenemos que saber cómo podemos mejorar para ayudar al corredor a que en verdad de su máximo”, agregó.

El equipo se reune los sábados a las 7:00am en el Altar a la Patria del Bosque de Chapultepec para hacer entrenamientos conjuntos y allí mismo capacitan a los voluntarios que desean incorporarse como guías.

“Hay que asumir un compromiso tanto para ir a entrenar, como apoyar a un atleta con una meta en específico por ejemplo: correr medio maratón, un maratón, disminuir tiempos en 5k… en el equipo siempre decimos que todas las metas son importantes así sea que hoy empiezas a caminar un poco más, hasta correr un maratón en busca de ganar tu categoría”.

Con seis años en el equipo, Edgar Elenes Inchaurregui es el guía más experimentado. “En un principio fue curiosidad conocer y entender qué implicaba ser guía. Llegué con la idea de darles tiempo y esfuerzo pero me di cuenta de que yo recibía mucho más al aprender de su actitud ante la vida y su resiliencia. Me han enseñado a ser una persona más paciente, a entender un poco más las necesidades de los demás y tener un poco de más de conciencia sobre las diferencias y necesidades de las personas”, agregó el voluntario.

“La puerta está abierta. No es necesario tener experiencia como corredor, solo un poco de tiempo, voluntad y deseo de ayudar. Si estan interesados: vengan, conozcan al equipo que tiene a corredores entusiastas y a un grupo de guías que tratamos de ayudarles. Yo espero que la salud me acompañe por muchos años y poder hacer esta actividad el resto de mi vida”

Edgar Elenes Inchaurregui
Corredor guía
Mujer y Deporte, REPORTAJES

Ella Bucio: La doble de acción que es Campeona Mundial


Cierra los ojos, se concentra, inhala profundo y al despegar los párpados corre a máxima velocidad para saltar de una techumbre, hacer un giro y caer en el siguiente edificio. ¡Lo logra! Le aplauden y cortan la toma. Así pasó Ella Bucio los últimos cinco años de su vida: como doble de acción, hasta que decidió hacer una pausa laboral de tres meses para cultivar un sueño: dedicar cada hora de cada día a hacer parkour hasta que logró convertirse en la mejor del mundo.

A sus 25 años, Ella ahorró lo de un lustro de trabajo como stuntman, un oficio de riesgo que implica representar a un personaje ficticio en escenas de acción, para dedicarse enteramente a sí misma, a escribir con esfuerzo, disciplina y valor el guión de su propia historia a practicar cada día, mejorar cada elemento y costear sus primeras competencias internacionales.

Mientras trabajaba, pasé meses sin poder entrenar parkour, por lo que mi progreso en esos cinco años fue lento y frustrante. Yo sabía que un día podía ser la mejor, pero no tenía tiempo para entrenar lo suficiente

Ella Bucio. Campeona Mundial de Parkour Freestyle.

En 2022 salió a representar a México por vez primera: fue a las Copas del Mundo de Montpelliere, Francia y de Sofía, Bulgaria, con el corazón adolorido al ver el gran talento mexicano que no sale del país a causa de los pocos apoyos para brillar en otras tierras.

“En todo este proceso, el coraje ha sido mi principal motor, mientras lloraba camino al aeropuerto, me dije: “voy a ganar esta mie*””, aseguró antes de tomar el vuelo por la conquista de Europa.

Se lo dijo y se lo cumplió. Ella ganó oro en la modalidad de freestyle en Francia (con 21.500 puntos) y oro en Bulgaria (también con 21.500). A pesar de nunca antes haber entrado al circuito, hoy es además la líder del ranking mundial de la temporada, además en la prueba de velocidad se ubica en cuarta posición en la lista del orbe de esta campaña.

Pero el preludio en su historia de éxito comenzó muchos años atrás, cuando la gimnasia artística y ella se fundieron en horas y horas de continua práctica.

“Toda la vida hice deporte, incluyendo muchos años de gimnasia. Después conocí a algunos chicos que practicaban parkour y me dijeron que podría ser buena en este deporte. Como doble de acción entre más cosas sepas hacer, tienes mejor condición y tienes más habilidades, por eso acepté…luego me di cuenta que la gimnasia era algo más estructurado: vas y practicas elementos que muchos otros ya han hecho antes, pero el parkour siempre está retándote a crear tus propios elementos”, analizó Bucio.

Con esa perspectiva, sus ahorros, la experiencia de escuchar dos veces el Himno Nacional y su creatividad en competencia, Ella llegó a Tokio, Japón, a la primera edición del Campeonato Mundial de Parkour, donde comenzó en las clasificatorias con 26.000 unidades (13.000 en ejecución y 13.000 en dificultad). En la final, Ella fue la única representante de América y en ella añadió .500 a cada criterio, para totalizar 27.000 puntos, a 2.000 de la japonesa Hanaho Yamamoto (25.000) y 2.5 de la checa Adela Merkova (24.500) que se quedaron plata y bronce de forma respectiva.

“Tengo muchos sentimientos por ahora. ¡Las otras chicas son tan buenas! Para mi es difícil sentirme tan competitiva como ellas, porque todas son tan talentosas. Todas merecen ser reconocidas”, comentó la capitalina de 25 años de edad, quien consumó el sueño de lograr la primera conquista en el mundo del Parkur, un deporte que busca debutar en Juegos Olímpicos pero no lo hará en Paris 2024, pese a que fue justo en Francia donde nació esta exigente disciplina que combina los ejercicios de la gimnasia artística, con los retos que implican los implementos que se encuentren en la calle.


Con la ciencia del peligro

Ella tiene una gran pasión por el deporte y la ciencia y por ello, en el costado derecho de su torso lleva un tatuaje que así lo indica.

“Me hice un tatuaje de la molécula de la adrenalina porque en mi vida he tenido siempre dos pasiones: una que es el deporte, por el asunto de la adrenalina que me encanta, y otra es la ciencia que siempre me ha gustado muchísimo. Si no me hubiera dedicado al deporte, probablemente ahorita estaría trabajando en un laboratorio”.

OPINIÓN

¿Y si los políticos actuaran como futbolistas?

¿Estoy diciendo un disparate? Sí tal vez, pero la forma operativa de este deporte da muy buen ejemplo a las élites políticas e intelectuales del mundo.

En México tomaré por muestra el Poder Legislativo: Se conforma por diputados y senadores cuyas cámaras trabajan divididos en grupos parlamentarios (PRI, PAN, PRD los más fuertes). ¿Por qué? En el papel por la organización, en la práctica por la protección de las tendencias ideológicas y los intereses del partido.

¿Cuántas reformas o iniciativas de ley se truncan porque en las Comisiones no se ponen de acuerdo los legisladores, entre lo que uno u otro partido desea? Y cuando libran el obstáculo de la Comisión, ¿cuántas esperan en el pleno por ser aprobadas, rebotadas a la Cámara de al lado y al final, ver la luz del ejercicio social? Así el errante andar de las reformas, buenas, malas, elitistas o populares, pero todas con su derecho a ser votadas.

Mientras los ciudadanos escuchamos rondas de ‘declaracionitis’ de los legisladores, cuando el de ‘x’ color dice que el de ‘x’ otro hizo y deshizo, que tomó la tribuna, que es ausentista, que detienen el progreso. Tradición Mexicana. Los políticos no se asumen como representantes nacionales, sin partido, ni más color que el de su país, pero a ver si el futbol me ayuda en esto.

En los Olímpicos de Londres 2012, México ganó el primer oro en deportes de conjunto gracias al futbol con siete jugadores de equipos rivales: cuatro de Chivas (Miguel Ponce, Néstor Araujo, Marco Fabián y Jorge ‘El Chatón’ Enríquez) y dos del América (Diego Reyes y Raúl Jiménez). ¿Estarían ellos pensando en eso durante los partidos? ¿Llevaron un coordinador de bancada para la representación de cada equipo? No creo. Tampoco supe que en Cruz Azul pidieran a Jesús Corona que como seleccionado nacional portara el uniforme de ‘La Máquina’. ¿Por qué entonces los partidos creen que les pertenecen las personas que ahora representan a la sociedad?

Un futbolista -como un político- debe su formación al equipo/partido en el que inició y en el que por años hizo los fundamentos y principios, deportivos -o ideológicos- que lo tienen donde está. Se forja un estilo de juego -o una forma de pensar- pero una vez electos ¿no será momento de quitarle color a sus ideas y de emprender el camino del beneficio nacional? En el futbol pasa.

¿Qué tal con la campeonísima ‘Furia Roja’ de 2010? ¿Qué sería de la Real Selección Española de Futbol si pensaran como políticos? Un infierno. Específicamente en la que ganó el título de Sudáfrica 2010 había cinco jugadores del Real Madrid (Iker Casillas, Raúl Albiol, Xabi Alonso, Sergio Ramos y Álvaro Arbeola) y siete del Barcelona (Gerard Piqué, Carles Puyol, Andrés Iniesta, Xavi Hernández, Víctor Valdés, Sergio Busquets y Pedro Rodríguez).

¿Cómo sería una concentración en la que los jugadores no pueden olvidar las rivalidades de sus equipos? ¿Cuál sería el resultado? La derrota sin duda y el juicio del mundo ante injustificables acciones que ponderarían la pertenencia a un club local, por encima del beneficio nacional.

El futbol, así de burdo y elemental, tiene la simple cualidad de ser medible: ganar o perder; en las complejidades de la política, no hay marcadores, y la situación se torna mucho más grave cuando los actos de los parlamentarios tienen efectos de decisiones parciales en las sociedades.

Sería un insulto que con tanto talento futbolístico pasara algo así. España y su historia agradecen el civismo, carácter y estricto conocimiento del significado del esfuerzo de esos ibéricos, por la alegría de una nación. No se diga México por sus jugadores y la historia olímpica que alcanzaron.

¿Por qué en algo como el deporte, algo lúdico, algo simple y de entretenimiento, se conjugan hombres de equipos rivales, para un fin común y convertir a España en la selección europea más destacada de los últimos tiempos, con dos títulos de Europa y uno Mundial? ¿Por qué un grupo de mexicanos puede dejar afuera las diferencias de sus equipos y hasta los conflictos durante los torneos nacionales, para esforzarse un país?

Así lo veo. Tierno, estúpido, simplón. Sí, tal vez, pero una vez electo para un cargo, en cualquiera de los tres niveles de gobierno, se es un seleccionado, cuyas características intelectuales individuales -y no del partido- se potenciarán para promover una mejoría y un éxito de la comunidad, del estado o del país.

Ser electo debería ser un honor, debería implicar un esfuerzo y la entrega absoluta de su ser, con un liderazgo y una representación que enorgullezca, no sólo a su partido, sino a su comunidad o una nación…como creo que lo es para un futbolista.